Lugar: Casa de cultura de Cruces (Barakaldo)
Público: Sala medio vacía
Duración: 160 minutos
Público: Sala medio vacía
Duración: 160 minutos
13/12/2010
Una treintena de personas acudieron a la última de las jornadas para elegir a los finalistas en el concurso de pop-rock de Barakaldo en su cuarta edición.
La jornada la inauguraron el grupo de Berriz Xarma. Cuarteto de rock cantado en euskera con pinceladas de punk con un bajista que le gustaba tocar el bajo arrodillado en el suelo o a la altura de las rodillas. Tuvieron buen sonido y se movieron bastante bien por el escenario y sonaron bastante contundentes.
Los segundos en aparecer sobre las tablas para hacer su performance, nunca mejor dicho, fueron los gallegos Belöp. Ganadores de innumerables concursos de bandas a lo largo de sus 3 años de existencia, este grupo montaron un show lleno de imaginación, juegos y diversión con el público. Su performance comenzó con el batería saliendo a escena con una maleta, vestido con botas, pantalones, chaleco y corbata negra y camisa blanca, para acto seguido ir saliendo sus otros dos compañeros vestidos de igual forma. Su música invitaba al baile, indie electrónico en el que de vez en cuando sonaba la guitarra. El batería era más teatrero y divertido que Axel Pi de Sidonie, tocaba con una mano y con la otra animaba al publico, los señalaba con la baqueta y sonreía. A mitad de concierto el cantante se bajo del escenario para buscar a alguien para subir con ellos al escenario. Salió una chica a la que la invitaron a tomar una bebida en una taza para después darle un botella llena de arena y después lanzaron unas cuantas al público y empezar a tocar todos al unisono como si fueran unas maracas. Concierto divertido y diferente de indudablemente una buena y prometedora banda.
Los terceros en discordia fueron los bizkainos Compromiso. El quinteto con voz femenina al frente prometía un concierto de rockmetal con música electrónica pero su concierto fue lo peor de la noche. Las tres primeras canciones sonaron monocordes y parecidas en los planteamientos musicales. Los guitarristas tocaban de igual forma y en ningun momento hicieron ningun solo de guitarra ni ningún riff destacable. También es cierto que fue el grupo que peor sonido tuvo. La cantante no se la entendía hasta que, a partir de su canción El vampiro, la cosa fue mejorando poco a poco y por fin tanto el grupo como su cantante Sara mejoraron. Canciones furiosas como Alejate de mi o la más tranquila y en donde por fin se noto algo el trabajo de los guitarristas Jaula de cristal. De la electrónica pocas pinceladas excepto algún sonido programado. Grupo que aun esta verde y que esperamos que mejoren a base de conciertos porque de ganas e ilusión estan sobrados.
Para acabar la maquina de hacer rock puro y duro sin concesiones The Sulfators. Y es que este grupo de Medina de Pomar y Bilbao no engañan a nadie y de nuevo ofrecieron otro espectáculo similar al que ofrecieron en agosto en Bilborock y que tan buen sabor de boca dejaron. Canciones rápidas, feroces, cargadas de sonidos guitarreros y una actitud que contagia a los que no les han visto. Tuvieron un pequeño problema con el micro en la canción The Sex Police ya que su cantante no paraba de tirarse por los suelosy estuvo a punto en varios momentos de darle sin querer al bajista con el pie de micro. Eso es vivir la música a tope. Sonaron canciones nuevas que están preparando y que sigue la misma filosofía que las anteriores, y como no, tocaron otros clásicos de su repertorio como Dirty Girls en la parte ya final del concierto. Puro rock n´roll.
La jornada la inauguraron el grupo de Berriz Xarma. Cuarteto de rock cantado en euskera con pinceladas de punk con un bajista que le gustaba tocar el bajo arrodillado en el suelo o a la altura de las rodillas. Tuvieron buen sonido y se movieron bastante bien por el escenario y sonaron bastante contundentes.
Los segundos en aparecer sobre las tablas para hacer su performance, nunca mejor dicho, fueron los gallegos Belöp. Ganadores de innumerables concursos de bandas a lo largo de sus 3 años de existencia, este grupo montaron un show lleno de imaginación, juegos y diversión con el público. Su performance comenzó con el batería saliendo a escena con una maleta, vestido con botas, pantalones, chaleco y corbata negra y camisa blanca, para acto seguido ir saliendo sus otros dos compañeros vestidos de igual forma. Su música invitaba al baile, indie electrónico en el que de vez en cuando sonaba la guitarra. El batería era más teatrero y divertido que Axel Pi de Sidonie, tocaba con una mano y con la otra animaba al publico, los señalaba con la baqueta y sonreía. A mitad de concierto el cantante se bajo del escenario para buscar a alguien para subir con ellos al escenario. Salió una chica a la que la invitaron a tomar una bebida en una taza para después darle un botella llena de arena y después lanzaron unas cuantas al público y empezar a tocar todos al unisono como si fueran unas maracas. Concierto divertido y diferente de indudablemente una buena y prometedora banda.
Los terceros en discordia fueron los bizkainos Compromiso. El quinteto con voz femenina al frente prometía un concierto de rockmetal con música electrónica pero su concierto fue lo peor de la noche. Las tres primeras canciones sonaron monocordes y parecidas en los planteamientos musicales. Los guitarristas tocaban de igual forma y en ningun momento hicieron ningun solo de guitarra ni ningún riff destacable. También es cierto que fue el grupo que peor sonido tuvo. La cantante no se la entendía hasta que, a partir de su canción El vampiro, la cosa fue mejorando poco a poco y por fin tanto el grupo como su cantante Sara mejoraron. Canciones furiosas como Alejate de mi o la más tranquila y en donde por fin se noto algo el trabajo de los guitarristas Jaula de cristal. De la electrónica pocas pinceladas excepto algún sonido programado. Grupo que aun esta verde y que esperamos que mejoren a base de conciertos porque de ganas e ilusión estan sobrados.
Para acabar la maquina de hacer rock puro y duro sin concesiones The Sulfators. Y es que este grupo de Medina de Pomar y Bilbao no engañan a nadie y de nuevo ofrecieron otro espectáculo similar al que ofrecieron en agosto en Bilborock y que tan buen sabor de boca dejaron. Canciones rápidas, feroces, cargadas de sonidos guitarreros y una actitud que contagia a los que no les han visto. Tuvieron un pequeño problema con el micro en la canción The Sex Police ya que su cantante no paraba de tirarse por los suelosy estuvo a punto en varios momentos de darle sin querer al bajista con el pie de micro. Eso es vivir la música a tope. Sonaron canciones nuevas que están preparando y que sigue la misma filosofía que las anteriores, y como no, tocaron otros clásicos de su repertorio como Dirty Girls en la parte ya final del concierto. Puro rock n´roll.
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