El grupo se formó en Zaragoza cuando los hermanos Pedro (batería) y Juan Valdivia (guitarra) conocieron a Enrique y le propusieron formar parte de su grupo al coincidir frecuentemente en las salas zaragozanas. En 1985 la banda se refundo incorporando un nuevo bajista, Joaquín Cardiel, y un nuevo batería tras el abandono de Pedro que quería estudiar. Así entró Pedro Andreu. Ya como Héroes del Silencio iban dando sus primeros pasos consiguiendo en 1986 ganar la fase regional del Festival de Benidorm y quedar finalistas en el concurso Nuevo Pop Español.
En 1987 EMI les dio la primera oportunidad al publicarles un EP de cuatro temas aunque la discográfica desconfiaba de ellos. Vendieron 30000 copias de Héroe de Leyenda por lo que EMI tuvo que seguir con ellos y publicarles un LP. El Mar no Cesa se publicó en 1988 y se convirtió en otro gran éxito con su estilo oscuro y simbólico con influencias de post-punk.
Hicieron una extensa gira y en uno de estos conciertos conocieron a una de las personas más importantes en la trayectoria musical del grupo, el ex Roxy Music Phil Manzanera. En 1990 y con la producción de Phil Manzanera editaron Senderos de Traición con una de las portadas de disco más recordadas del grupo. El primer single del disco fue la rotunda Entre 2 Tierras y en el que destacaban una de las mejores canciones de la historia del grupo Maldito Duende con otros temas de rock desgarrador como Decadencia. Con este disco comenzaron a dar sus primeros conciertos en el extranjero. Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y su primer concierto en México que eran testigos de su puesta en escena.
En 1993 Héroes del Silencio estaban preparados para lanzar su siguiente disco. El Espíritu del Vino contenía 16 canciones en el que el grupo decidió endurecer el sonido y hacer un disco con unas letras más complejas y enigmáticas. Es el disco de más éxito de la banda y contenía temas clásicos de la banda como Nuestros Nombres, la preciosa Flor de Loto, la rockera y contundente Los Placeres de la Pobreza o otro de las grandes temas de la banda La Sirena Varada. Realizaron una extensa gira por todo el mundo pero empezaba a ver alguna rencilla entre las cabezas pensantes del grupo, Juan y Enrique. Juan quería sonidos más rockeros y Enrique prefería explorar otros sonidos.
Antes de dar el siguiente paso, decidieron buscar la relajación y la espiritualidad en el Pirineo aragonés durante el otoño y de esta forma limar asperezas y preparar el siguiente disco. En esta reclusión voluntaria decidieron cambiar de productor, cambiar de manager y de diseñador gráfico. Por fin en 1995 publicarían lo que sería su último disco, Avalancha. Fue otro rotundo éxito de ventas con guitarras poderosas y unas letras que animaban a la gente a no quedarse quieta ni callada. Iberia Sumergida fue su primer single y en el disco destacaban canciones como ¡Rueda Fortuna!, Avalancha o Para Siempre sin olvidar la mística La Chispa Adecuada. Pero el disco no llegó a las cuotas de calidad de sus antedecesores y ya en la gira volvieron a asomar las rencillas y Enrique Bunbury lo pasó fatal en los últimos meses de la gira ya que habían muerto dos personas muy importantes para Enrique como eran su road manager y su hermano. Además Enrique tenía otras cosas en la cabeza y estaba preparando su primer disco en solitario. Así que antes de finalizar la gira y tras un concierto accidentado en Los Ángeles tras el lanzamiento del público de objetos a los músicos y tener que suspender el concierto, Enrique dio una rueda de prensa en Lima, Héroes del Silencio anunció su separación temporal.
Durante esta separación cada uno realizó sus proyectos en solitario destacando la actividad de Enrique Bunbury que tras un disco no muy bien acogido por el público Radical Sonora (la compañía solo lo edito para que Enrique se diera cuenta de que era un error separarse de Héroes del Silencio) fue editando discos consiguiendo poco a poco labrarse un nutrido grupo de fans. El resto de miembros de Héroes del Silencio lo intentaron pero no lograron transcender.
Durante este tiempo de separación la compañía siguió lanzando discos recopilatorios o rarezas hasta que la banda decidió volverse a reunir para hacer una gira en 2007 ante el asombro de muchos que no pensaban que se iban a volver a reunir por el éxito de Bunbury. Fue una oportunidad de despedirse de sus fans de una forma digna y, de paso, el grupo ganó mucho dinero ya que la oferta fue millonaria y la gira tenía varios patrocinadores. Fue una gira multitudinaria en donde colocaron con meses de antelación el cartel de no hay entradas.
Una vez que finalizó la gira, Enrique Bunbury confirmó el final definitivo de la banda. Ahora el grupo vuelve a apostar por un disco en directo grabado hace 18 años en la cima de su carrera y dando esperanzas de que, tal vez, vuelvan para hacer más conciertos y hasta nuevo disco. Ya se vera a lo largo del año porque, de momento, Bunbury tiene nuevo disco y una extensa gira que le mantendrá ocupado buena parte del año.
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