LOS GUERREROS DAN VIDA A HUECCO

Huecco ofreció un gran concierto en las fiestas de Astrabudua a pesar de la corta duración de su directo.

Lugar: Plaza Mendiguren (Astrabudua).
Publico: rozando el lleno.
Duración: 140 minutos.

11/08/2012

Doble concierto en las fiestas del barrio de Astrabudua de Erandio con los locales Sin Rumba Fija y el plato fuerte de estas fiestas el madrileño nacido en Plasencia (Cáceres) Huecco ante el numeroso público que acudió a la cita y que disfruto de dos buenos conciertos.

Puntuales a la cita salían al escenario el grupo de rumba y flamenco Sin Rumba Fija. En formato de septeto el grupo presentó canciones de sus dos maquetas ante un público que se fue animando poco a poco. Flamenco amable con la estupenda voz de Oihane Porras "La Lunares" y con rumbas como Besos Espesos o la más animada El Ventilador. Aprovecharon bien su hora de concierto y tal vez cortó algo el ritmo el reggae que cantó uno de sus guitarristas en inglés cuando el concierto estaba en lo más alto. Pero el grupo supo ser un buen telonero gracias a canciones animadas como Calle pa´arriba, Calle pa´abajo o la coreable Ladrillazo. Aunque en sus canciones mezclan varios estilos de música su base es el flamenco dotando a su sonido personalidad gracias al oboe de Iratxe "Ira" y la voz dulce de Oihane. La próxima cita de Sin Rumba Fija será en plenas fiestas de Bilbao en la txozna de Txomin Barullo en el Arenal el lunes 20 de agosto a partir de las 23:00h.

Con una plaza a punto de llenarse y con gran presencia de chavalería que no llegaban ni a los 14 años, Huecco estaba a punto de saltar al escenario. Iván Sevillano (Huecco) se dio a conocer gracias a la banda de rock con carencias al hardcore y punk Sugarless y tras abandonarla inició una carrera en solitario plagado de éxitos en el que en disco suena a rumba, con pinceladas de flamenco y toques latino americanos pero que en directo se convierte en el rockero que fue ofreciendo un directo potente y guitarrero.

Tras el lento cambio de escenario, Huecco y su banda salían al escenario a las 00:25h. pasados con la música de La Guerra de las Galaxias. Ataviado con txapela, el madrileño piso el acelerador desde el principio con guitarras altas y actitud rockero. En la segunda ya se atrevió a versionar el clásico del rock y ganador de numerosos premios gracias a su inconfundible riff de guitarra que parece un bajo Seven Nation Army de los White Stripes (triste que muchos de los presentes solo la conozcan por ser un himno del fútbol). El concierto se desarrollaba con rapidez y no tardaron en caer temas como Reina de los Angelotes y la muy coreada Señales de Humo. Huecco estuvo simpático con el público y se dirigía en buena parte del concierto en euskera pero tal vez peco en exceso de la interrelación entre el público y la banda en interminables ahora cantó yo y lo repetís.

En cuanto a la banda que le acompañó, cabe destacar por encima de todo la presencia escénica del dominicano Leo a la guitarra, un tipo que impresiona por su talla y corpulencia. Huecco dio lo que el público esperaba y fue tocando casi sin descanso todos sus éxitos como la rockera Calamidad de su último disco Dame Vida que venía a presentar, sin olvidarse de su primeriza y exitosa Pa´ mi Guerrera con un sonido rockero y rumbero ante un público que comía de su mano y no se olvido de la reivindicativa Se Acabaron las Lágrimas. Hubo pocos momentos relajados a lo largo de su directo y destacable fue la canción Mirando al Cielo con un público entregado cantando de nuevo con él.

Tras poco más de una hora, Huecco estaba en la recta final de su directo con la potente y energética Tacones Baratos y se despidió con la ranchera punk dedicada a México Se me Olvidó Olvidarte. No tardo mucho en volver al escenario y esta vez con faldas atacar con los últimos temas de la noche que la cerraría con el primer single de este nuevo disco y el que da titulo al mismo Dame Vida después de unos más que cortos 85 minutos. Eso si tocó todos los temas que el público conocía y a pesar de presentar este tercer disco no se centró en él tocando uno tras otro todas sus canciones más conocidas. El público agradeció este detalle y le despidieron con una fuerte ovación y es que el ambiente durante el concierto fue muy bueno tanto por parte de Huecco y su banda que se les veía cómodos en el escenario como del público que coreaba todas las canciones. Buen concierto y buen directo de un artista que en directo se transforma en el rockero que fue y es.