EL ECLECTICISMO MUSICAL DEL GAZTERARTE FEST

    Bigott y The Whip hicieron bailar al público en el 25 aniversario de la Gazte Txartela.

Lugar: Explanada del Museo Marítimo (La Karola)

Público: 400 personas

Duración: 270 minutos

17/11/2012

    Durante el día del sábado la explanada del museo marítimo se realizaron diferentes actividades y talleres para celebrar el aniversario de la Gazte Txartela. Pero el plato fuerte de esta celebración englobada en Gazterarte Fest eran los conciertos que iban a realizar a partir de las 20:00h. Un lugar como La Karola tan controvertido en fiestas de Bilbao por su mal sonido, consiguió esta vez que los conciertos sonarán bien, y es que al estar el escenario más retrasado (casi debajo del puente) consigue que no retumbe tanto. Un cartel ecléctico en el que había de todo. Desde la acústica con raíz americana de MobyDick, el rock urbano de Set,  el indie pop de Bigott y el post punk de The Whip. A pesar de un buen cartel y de ser gratuito el público no respondio y no hubo demasiada gente.

 El primero en saltar al escenario fue MobyDick. Llegamos a las últimas cuatro canciones de un concierto de algo más de media hora. Ante 200 personas MobyDick intentó caldear el ambiente con su ingenio y consiguió que el público soltará alguna carcajada cuando dijo que este evento estaba patrocinado por la Kutxabank y que estábamos debajo del puente. No quería decir nada pero hay lo dejó. Genio y figura. De nuevo tiró de clase con su portentosa voz en canciones como Find the Blue Key, Meet the Wizard consiguiendo que el público aplaudiera antes de que acabará la canción.

    A continuación era el turno del cuarteto de Bermeo Set. En 2008 publicaron su único disco hasta la fecha llamado Hoy es Siempre Todavía pero están preparando nuevo disco. Su propuesta es muy clara. Rock urbano con poderosas guitarras y una voz cascada. En 50 minutos de actuación destacamos las guitarras de Jabi Guarrotxena "Kapi" que da más versatilidad a las canciones. Unas canciones que no varían mucho unas de otras y excepto dos o tres canciones todas suenan bastante parecidas. Destacamos las canciones Sangre en los Zapatos y su última y la mejor de la noche la poderosa Que No en donde demuestran todo su potencial.

    Ya con más público era el momento de uno de los cabeza de cartel. El zaragozano Bigott volvía a Bilbao tras su dos últimos pasos triunfantes por la villa. Siempre divertido con su música particular y su bailes, Bigott volvió a triunfar. Con un inicio con sonidos distorsionados comenzó tranquilo pero a la tercera canción ya empezó a meterse el público en el bolsillo con sus gestos y sus bailes. Los primeros coros los consiguió con la estupenda Le Petite Martien. Saludaba a su forma a la gente e inclusive los que estaban arriba en el puente e inclusive se sentó al borde del escenario para hacerse unas fotos con las primeras filas. No faltaron temas tan particulares como God is Gay o el tema con una guitarra más acelerada de Trees gone Motion. Tampoco se olvidó de otro gran tema como es She´s my Man y el público enloqueció cuando por fin cantó Cannibal Dinner. Un autentico pelotazo que hizo moverse a todos los presentes. Otro gran concierto de Bigott en Bilbao con una gran banda detrás de él en donde destaca siempre la presencia de Paco Loco y la genial batería de Esteban Perles.

   Pero aún quedaba otro grupo en el Gazterarte Fest para cerrar la noche.  El trio inglés The Whip que ya tiene programado para el verano varios festivales nacionales como el Arenal Sound.

    No es de extrañar que los británicos toquen en festivales y es que no hay forma mejor de cerrar un festival que con la música de The Whip. Dentro de unas coordenadas de rock el grupo incluye toques electrónicos a una propuesta hecha para bailar y saltar. Y así lo recibió el público que no paró de bailar. Unas canciones que con un gran bajista como Nathan Sudders, enorme todo el concierto, los ritmos de su alegre batería Fiona "Lil Free" Daniel daban una base para que un gran cantante, Bruce Carter tocará de vez en cuando la guitarra y sobre todo las teclas. No hubo descanso en su hora y cinco minutos clavadas de concierto en donde destacaron temazos como Blackout o Movement. Un gran final de fiesta entre el techno bien entendido, el indie rock y el dance-punk con subidas y bajadas metiéndose al público en el bolsillo.