David Summers y sus Hombres G volvieron por todo lo alto a las fiestas de Bilbao.
Lugar: Abandoibarra.
Público: Rozando el lleno.
Duración: 105 minutos.
21/08/2018
El 21 de agosto de 2008 Hombres G dio su último concierto en fiestas de Bilbao en la extinta Botica Vieja. Diez años después el grupo volvía a fiestas con las mismas canciones de siempre. David comentó que aún recuerdan ese concierto ya que la gente no se movía a pesar de la fuerte lluvia. A pesar de que los años pasan varios grupos que triunfaron en los 80 siguen recordando con el favor del público su temas más míticos. Se habla que a la cita acudieron 10000 personas (nunca comprenderémos estas cifras cuando el aforo máximo es de 9000 personas y hace un par de meses en el concierto de Vetusta Morla ante unas 8200 personas hubo quejas por el aforo).
Con una gran entrada en Abandoibarra de diferentes edades y hasta familia con hijos a las 23:30h. daba comienzo el directo de Hombres G. Escenografía sencilla con los 4 componentes originales de la banda más dos músicos que les acompañan desde hace más de 30 años y una pantalla grande en la parte de atrás. Con fuerza y con todo una declaración de intenciones empezaban con Voy a Pasármelo Bien en plan los primeros Pereza. Buen sonido desde el principio con protagonismo de las guitarras. Saludos de David ¿qué tal chicos?. Una constante en el concierto que el líder de la banda nos tratará de chicos. Continuaron con otro clásico todavía más antiguo El Ataque de la Chicas Cocodrilo. Pocos grupos en activo tienen tantos clásicos como Hombres G.
Tras este buen inicio la cosa prometía. Pero el grupo tranquilizó su sonido con medios tiempos o directamente baladas. El concierto perdió ritmo e intensidad aunque destacará algún tema como Lo Noto, uno de sus éxitos de este siglo pasando algo inadvertidas temas como Si no te Tengo Aquí, Un Par de Palabras y hasta rizaron el rizo dejando casi solo a Javi Molina, batería del grupo, cantar No te Puedo Besar de su primer disco en acústico. Se notaba por la letra sobre colegio, el uniforme etc. Por fortuna fue un descanso para el resto y emprender lo mejor de su concierto. Un clásico con un estribillo reiterativo como Te Quiero levantaba de nuevo el directo y al público que estaba deseando cantar. Summers comentó que desde que la hicieron en 1986 nunca la había dejado de tocar. Y como hemos dicho se animó y de que forma el concierto. El puro rock and roll Indiana (la del batería de Siniestro Total) animaba por fin el directo hasta el momento algo monótono con algún chispazo puntual.
Seguían animados con el himno al buen rollo de ¿Por qué no ser Amigos? en plan El Canto del Loco y llegar a la recta final dispuestos a todo. Momento álgido de la noche con los clásicos que mucha gente esperaba. Suéltate el Pelo con coros y palmas del público y los niños encima de sus padres, la animada Visite Nuestro Bar a ritmo de ska con gran protagonismo de su saxofonista y despedirse con Marta Tiene un Marcapasos con la letra en la pantalla para que el público la cantara. Hombres G entonces dejaban de tocar para escuchar al público en cada estrofa para luego repetirlo ellos. Fin de concierto. Y no se pidió más, ni beste bat ni nada. Los presentes empezaron a cantar Sufre Mamón. En los bises baladón a piano y voz, Temblando, con un mar de linternas de móviles que David había pedido encender. Se retiró para que Javi Molina volviera a cantar el comienzo de otro gran clásico que no podía faltar Venezia y despedirse como no con el clásico entre los clásicos Devuélveme a mi Chica convirtiendo Abandoibarra en un inmenso karaoke.
Al final Hombres G dejo un muy buen sabor de boca en Bilbao. Pocos grupos de los 80 tienen tantos clásicos y en directo les siguen funcionando muy bien. La nostalgia sigue vendiendo bien y los de David Summers son una de las bandas más representativas de esa época aunque no fuesen muy bien acogidas sus canciones en esa época. Ahora la banda mantiene un público muy fiel deseosa de escuchar las canciones con las que han crecido. Hace muchos años que no publican material nuevo y eso no parece importar ni al grupo ni a su público.
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