Los valencianos fueron la única banda con un sonido puro sin mezclas de estilos.
Lugar: Bilborock
Público: 3/ 4 de entrada.
Duración: 150 minutos
26/09/2019
Tercera y penúltima jornada de la sección pop- rock villa del concurso del mismo nombre. Otras 4 bandas a concurso en un día en donde las mezclas casi imposibles a priori tuvieron su cabida en el concurso. Desde cumbia, psicodélia, pop con sabor a verano y oscuridad en una misma jornada. Variedad es lo que tuvimos.
La primera banda sobre el escenario de Bilborock fue el cuarteto mixto, dos chicos y dos chicas, procedentes de Lapurdi llamados Orbel. Con poca luz, casi a oscuras, la banda ofreció un concierto en donde mezclaron ritmos minimalistas, sin batería, con duros riffs de guitarras en una onda post rock y una voz muy delicada cantando en euskera que cogía mayor fuerza cuando se unían los demás a los coros. A pesar de lo minimalista de su propuesta, las canciones tenían fuerza, cierto aire de misterio con pasajes intensos y ruidosos, en especial los primeros temas. Una propuesta muy diferente y no para todos los gustos y que a buen seguro descolocó a muchos de los presentes por su experimentación. Como propuesta diferente hay que aplaudirla.
Los siguientes de la noche también sorprendieron. Desde Sevilla nos llegaban el cuarteto con el curioso nombre de Los Reyes Magos. Banda que a buen seguro también descolocó a muchos. Sus primeros temas fueron puro pop en una onda de la década de los 60 recordando a bandas como Los Brincos pero a partir del tercer tema cambió su directo para adentrarse en sonidos de pop psicodélico con una voz que tal vez se excede en los falsetes. No gozaron de especial buen sonido y el sonido del bajo fue demasiado alto en todo el concierto. Aunque tuvieron buenos pasajes como Mamá Natura con un sonido muy claro de psicodélia, el directo se quedó a medio camino al mezclar géneros muy dispares entre si y no conseguir equilibrar ambas vertientes. Fue divertido y como la primera banda participante a buen seguro que descolocó a muchos.
Para lo bueno y lo malo, la única banda que no arriesgó en su sonido fueron los valencianos Indian Hawk. Una clara muestra de rock americano, muy guitarrero (en ocasiones fueron hasta tres guitarras las que sonaron) cantado en inglés por la poderosa voz de su cantante Toni Martinez. A pesar de que llevan dos años como banda son músicos experimentados y van a lanzar en breve su primer disco Death & Taxes. Ofrecieron un concierto más que correcto, con pocos parones entre canción y canción. Directos al grano no hubo canciones más tranquilas y en todo momento su sonido fue muy sólido y no tuvieron altibajos. Una propuesta muy robusta con una excelente base rítmica y que deja un buen sabor de boca para los amantes del rock.
Para cerrar esta tercera jornada del villa de Bilbao teníamos a los bizkainos Mi Buenaventura. Banda de reciente creación pero como sino lo fueran. Todos viejos conocidos de la escena local con gente de Educados, Sua, Smoke Idols o Franco. Su nueva locura mezcla los sonidos colombianos de dos de sus integrantes con algo de rock y psicodélia. Otra mezcla explosiva con géneros dispares entre si de nuevo. Fue la banda que peor sonido tuvo en el día. Sonaron demasiado embarullados, con voces poco convincentes a la hora de cantar (que si a la hora de animar al público a bailar). Como dice una de sus canciones salsa y cumbia a la bilbaína. Fue nuevamente un concierto animado y divertido en donde el público también bailó pero dejó la sensación que a esta nueva aventura les falta un poso tranquilidad y pensar las cosas para que el producto final sea más redondo.
Para lo bueno y lo malo, la única banda que no arriesgó en su sonido fueron los valencianos Indian Hawk. Una clara muestra de rock americano, muy guitarrero (en ocasiones fueron hasta tres guitarras las que sonaron) cantado en inglés por la poderosa voz de su cantante Toni Martinez. A pesar de que llevan dos años como banda son músicos experimentados y van a lanzar en breve su primer disco Death & Taxes. Ofrecieron un concierto más que correcto, con pocos parones entre canción y canción. Directos al grano no hubo canciones más tranquilas y en todo momento su sonido fue muy sólido y no tuvieron altibajos. Una propuesta muy robusta con una excelente base rítmica y que deja un buen sabor de boca para los amantes del rock.
Para cerrar esta tercera jornada del villa de Bilbao teníamos a los bizkainos Mi Buenaventura. Banda de reciente creación pero como sino lo fueran. Todos viejos conocidos de la escena local con gente de Educados, Sua, Smoke Idols o Franco. Su nueva locura mezcla los sonidos colombianos de dos de sus integrantes con algo de rock y psicodélia. Otra mezcla explosiva con géneros dispares entre si de nuevo. Fue la banda que peor sonido tuvo en el día. Sonaron demasiado embarullados, con voces poco convincentes a la hora de cantar (que si a la hora de animar al público a bailar). Como dice una de sus canciones salsa y cumbia a la bilbaína. Fue nuevamente un concierto animado y divertido en donde el público también bailó pero dejó la sensación que a esta nueva aventura les falta un poso tranquilidad y pensar las cosas para que el producto final sea más redondo.
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