Segunda velada de iniciativa privada en la sala Santana 27 con púbico sentado.
Lugar: Sala Santana 27
Duración: 225 minutos
Público: Entradas agotadas.
26/09/2020
El viernes se celebró en la discoteca de Bolueta, sala santana 27, el primer concierto desde hace meses debido a la pandemia.
Lukiek y
Marban agotaron las entradas. Este sábado era el segundo de los conciertos con un triple cartel de bandas que ya han tocado en alguna ocasión juntas y que bien podría ser el festival navideño Mocker´s Day (que se celebra en esta misma sala) ya que las tres bandas ya han tocado en el festival, inclusive dos de ellas el mismo año. Cabe destacar y felicitar el esfuerzo de la iniciativa ya que es privada y en estos tiempos de limitaciones y prohibiciones de realizar una gran cantidad de actos, y como decimos si es privada todavía más. Así las cosas, no dejaba de ser curiosa la estampa de la sala en donde tantos conciertos multitudinarios hemos visto. En la parte central de la sala reunión de mesas y sillas en grupos más amplios (hasta 5 personas), en los laterales junto a las barras sillas para dos personas y hasta detrás de la mesa de sonido junto a la barra de entrada mesas de una marca de bebidas energéticas con sillas. Estaba toda más o menos bien controlado. En la entrada toma de temperaturas y geles dispuestos para el público. Te acompañaban hasta la mesa asignada, con camarer@s atentos y sirviendo a las mesas pero era inevitable que el público se moviera de sus mesas reservadas ya sea para ir al servicio, fumar o pedir más bebida e inclusive hablar con otras mesas. Y es que fueron más de tres horas y media de música y es imposible quedarse sentado todo el tiempo. A pesar de ello la organización lo controlo bastante bien.
Para las 20:05h. ya salían al escenario la primera banda de la noche,
Los Brazos. El trío volvía a los escenarios bizkainos tras varios meses y aprovecharon su hora de concierto. Ya tienen bastante avanzado su próximo disco y en esta vuelta aprovecharon para presentar varios temas nuevos. Así las dos primeras canciones fueron estrenos. Canciones que prometen mucho y en las que sigue vigente el sello de calidad del super trío. Fuerza, energía, la voz espectacular de William y mucho rock del bueno. Pero este concierto también sirvió para repasar su discografía. Temas como
Randall, la tercera de la noche, el blues delicado de
Tales con William al borde del escenario cantando sin micro en las primeras ovaciones del público o como no
Magic. Un tema muy especial para
Los Brazos en donde recordaron que es su pequeño grano de arena para lucha contra el cáncer infantil. Recordaron además que esta canción con fines benéficos es para una asociación que comenzaron siendo pequeña compuesta por un matrimonio y que ahora pueden donar hasta maquinaria. Pero el rock n´roll fueron los protagonistas de la velada con temas rápidos y potentes como
Say my Name o
Boogie. De nuevo eligieron
Not my Kind con ese aire más country para cerrar su directo con el público, como es habitual, cantando como si estuvieran en un estadio de fútbol.
Concierto corto para lo que nos tienen acostumbrados William, Koki y Txemi pero todas las bandas tenían una hora de directo. Aprovecharon bien el tiempo presentando varias canciones nuevas en directo y hasta William estrenó una nueva guitarra que la tiene desde unos días antes del confinamiento. Este concierto les sirvió para no perder la forma en directo y es que siempre han mostrado tener un directo apabullante y lo siguen demostrando aunque después de tanto tiempo sin tocar tuvieron algún problema. Txemi estuvo a punto de caerse en uno de los primeros temas de la noche al apoyarse mal en uno de los monitores del suelo del escenario.
Sobre las 21:30h. nos llegaban desde Álava
The Allnighters. La banda de Igu ya actuó con
Los Brazos en esta misma sala dentro del Mocker´s Day hace unos años. Agradecidos en todo momento a la organización del concierto que les había sacado del letargo tras más de 7 meses sin tocar (y reconocieron que no saben cuándo será la siguiente),
The Allnighters comenzaron con fuerza imprimiendo buen R&B con la armónica de Igu y los vientos apretando. Una lastima que en la parte central, tal vez por algun problema de sonido el concierto perdiera fuerza y la banda se desconcentrará algo. Así fueron sonando versiones como
Long Line Rider de Bobby Darin, el soul sureño de
Waiting at the Station, Everything Changing, que además es el título de su último disco,
Gipsy Woman que fue el primer tema sin sección de vientos. En la parte final volvieron a recuperar el pulso con la elegancia de
I´m Gonna miss You, el ritmo alocado de la instrumental
Halloween Boogie y cerraron por todo lo alto con uno de sus temas más redondos,
Big Bird. Concierto más que correcto de los alaveses con Igu bastante hablador y divertido en sus comentarios. Una banda solvente con años de experiencia en los escenarios y eso se deja notar en sus directos.
Como fin de fiesta tal vez el concierto más difícil. El de los bizkainos
The Cherry Boppers. Su música es puro movimiento que incita al baile. Música funk y todos los sonidos negroides pero era un concierto sentado y eso le puede restar pegada a sus directos. Y a pesar de estos alicientes y la inactividad del grupo, los
Cherry Boppers salieron, como es habitual, victoriosos en una sesión en donde demostraron que son grandes músicos capaces de adaptarse a cualquier circunstancia. No faltaron homenajes a
Marvin Gaye ni clásicos propios de la banda como ese
Black Lolita. Una hora de concierto con una destacable sección de vientos que es el centro de todas las miradas. Supo a poco y aunque se les reclamó algún bis la banda no volvió a salir.
Tres buenos conciertos para intentar animar la alicaída programación de nuestras salas debido a las restricciones originadas por la pandemia. A las tres bandas les sirvió este concierto para volver a la actividad musical y demostrar que siguen con ganas de más. Además el público agotó el aforo y eso es sinónimo de que sigue habiendo gente con ganas de disfrutar la música en directo.
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