Los emergentes Negracalavera fueron los encargados de abrir la muestra local.
Lugar: Bilborock.
Público: Sold Out.
Duración: 110 minutos.
18/08/2018
40 años cumple este año las fiestas de Bilbao y para celebrarlo por todo lo alto la muestra de pop- rock local de la Aste Nagusia empezó ayer sábado por todo lo alto. 2 grupos que están dando de que hablar con gran carga rockera. Algunos piensan que el rock está muerto pero tras el llenó de ayer en Bilborock aún queda esperanza.
Con la puntualidad habitual comenzaba Negracalavera su concierto de 45 minutos clavados en la muestra. Es una banda nueva, se crearon hace 2 años, pero sus componentes son de sobra conocidos entre el rockerio local. Entre el rock n´roll de altos vuelos y el punk se mueven este quinteto bilbaíno que como ya dijimos hace varios meses nos recuerdan mucho a los Porco Bravo. Canciones que van directo al grano como Ven Policía, Ven o ¿Quién sigue al Idiota?. Txemi Bugatti, cantante de la banda, presentó al grupo diciendo que este estaba siendo su año para dar paso al tema Estrellas (del rock n´roll). La banda suena muy bien, conjuntada, contundente y se nota sus muchos años sobre el escenario. Saben lo que hacen. Tal vez el único pero de su concierto en Bilborock fue el sonido bajo de la voz de Txemi que en muchas ocasiones era sepultada por los riffs y la atronadora batería. Llegaron himnos de la banda como Hasta la Muerte o Dios te Odia (muy a lo Porco Bravo). Tuvieron un gran detalle dedicando el concierto y en especial la única versión de la noche a Jesús, bajista de The Daltonics recientemente desaparecido. Así sonó Lagrimas de los vitorianos Obligaciones. Para despedirse nada mejor que el tema que da título al grupo Negracalavera. Buen concierto de una banda que sigue creciendo. El jueves repetirán cita en la Nave 9.
Seguíamos con más rock con el trío de Mungía Wicked Wizzard. Con un único disco publicado al igual que los bilbaínos, el trío ofreció un concierto colosal en Bilborock. Con gran sonido y tres grandes músicos (destacamos la pegada Mikel Bidaurrazaga a la batería, un auténtico pulpo en los parches), los Wicked Wizzard oscurecieron su sonido al ritmo de stoner rock, algo de psicodélia y dejando claro su principal influencia, los Black Sabbath. Su carta de presentación fue Witchstone. Un tema espectacular con unos riffs enloquecedores. Con canciones largas y desarrollos densos, se podían ver en las primeras filas a mucha gente cabeceando al ritmo del grupo. Parecía que los sonidos más duros se tranquilizaban con Hills of Madness. Un tema con más melodía y tranquilo hasta que en la mitad llego el alocado riff de Unai Minguez y llevar la canción a un derrotero más stoner y brutal. Una gran primera parte pero su directo tal vez se desinfló en la parte central con Swamp. Un tema instrumental alejado un tanto de su sonido original. Parecía que volvían a retomar el vuelo con Paranoid, todo un clásico de los Black Sabbath, perfectamente tocado pero volvieron a bajar el pistón con Earthquake con un solo de batería demasiado largo. Se despidieron por todo lo alto con Rednecks from Hell con los tres junto a la batería levantando sus instrumentos. Una gran banda Wicked Wizzard que darán que hablar en un futuro cercano. Con más material y canciones darán conciertos todavía más redondos del que dieron en esta muestra. Todo un grupazo.
Seguíamos con más rock con el trío de Mungía Wicked Wizzard. Con un único disco publicado al igual que los bilbaínos, el trío ofreció un concierto colosal en Bilborock. Con gran sonido y tres grandes músicos (destacamos la pegada Mikel Bidaurrazaga a la batería, un auténtico pulpo en los parches), los Wicked Wizzard oscurecieron su sonido al ritmo de stoner rock, algo de psicodélia y dejando claro su principal influencia, los Black Sabbath. Su carta de presentación fue Witchstone. Un tema espectacular con unos riffs enloquecedores. Con canciones largas y desarrollos densos, se podían ver en las primeras filas a mucha gente cabeceando al ritmo del grupo. Parecía que los sonidos más duros se tranquilizaban con Hills of Madness. Un tema con más melodía y tranquilo hasta que en la mitad llego el alocado riff de Unai Minguez y llevar la canción a un derrotero más stoner y brutal. Una gran primera parte pero su directo tal vez se desinfló en la parte central con Swamp. Un tema instrumental alejado un tanto de su sonido original. Parecía que volvían a retomar el vuelo con Paranoid, todo un clásico de los Black Sabbath, perfectamente tocado pero volvieron a bajar el pistón con Earthquake con un solo de batería demasiado largo. Se despidieron por todo lo alto con Rednecks from Hell con los tres junto a la batería levantando sus instrumentos. Una gran banda Wicked Wizzard que darán que hablar en un futuro cercano. Con más material y canciones darán conciertos todavía más redondos del que dieron en esta muestra. Todo un grupazo.
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