Pogos, surf sobre nuestras cabezas. La Plaza Nueva vivió dos conciertos poco habituales.
Lugar: Plaza Nueva.
Público: 2500 personas.
Duración: 165 minutos.
18/08/2018
La primera jornada de fiestas de Bilbao siempre suele ser algo floja. En esta ocasión nos acercamos a la plaza Nueva para degustar el doblete de grupos de "country rock" con sabor americano. Con muy buena entrada, los dos grupos pusieron patas arriba la plaza en un akelarre poco visto en este emplazamiento en donde se suele degustar una música más tranquila.
A las 23:30h. salían al escenario de la Plaza Nueva unos perfectos desconocidos por estos lares como eran Larry and His Flask desde Oregon. Con varios discos a sus espaldas la banda destacó por tener un directo arrasador. Con los 5 componentes tocando en línea al pie del escenario y batería de pie, el quinteto demostraron ser unos auténticos musicazos. Hay que destacar la entrega y el huracán sobre el escenario que es Jeshua Marshall al contrabajo. A pesar del volumen de su instrumento es el que más se movió sobre el escenario, lo llevaba en volandas, arrastrando, lo tiraba al suelo, lo tocaba entre las piernas y en todo momento saltaba sin perder el ritmo. Destacar también a Kirk Skatvold y Andrew Carew que además de tocar la mandolína y el banjo respectivamente tocaban trompeta y trombón. En lo musical fue una auténtica fiesta. Folk, country, rock, ska, jazz, bluegrass y hasta sonidos manonegristicos. Una apisonadora que no enlazaban tema tras tema sin casi descanso. Con una banda muy contenta y sorprendida por la respuesta del público, la fiesta y la diversión se desataban cuando Jamin Marshall anunció que si los presentes estaban dispuestos a cogerle cuando se lanzará del escenario para chocar la palma con la mesa de sonido y traerle de nuevo al escenario surfeando. Dicho y hecho. Espectacular momento muy poco dado en la plaza Nueva y casi en cualquier escenario festivo principal. Una de las gratas sorpresas de estas fiestas en la que el público, además, salió con una sonrisa de oreja a oreja diciendo lo buenos que eran.
Los encargados de cerrar la noche eran el quinteto bizkaino con un americano al frente Dead Bronco. Grupo getxotarra de larga carrera con gran presencia en escenarios internacionales que han mutado la piel a otros estilos además de nuevos componentes. El propio Matt Horan presentaba a la banda como Americana Sludge o como dicen Los Coronas música sin clase. Y ya desde las primeras canciones se dejaba notar el cambio de sonido de la banda hacia parajes más acelerados y duros. Pero donde el concierto pinchó de forma escandalosa fueron en los tiempos entre canción y canción. Demasiados parones, discursos sin gracia y bromas internas que solo entendían ellos. Además era frecuente escucharles eructando. Así fueron sonando canciones de su último disco Driven by Frustation como Devil´s Road o canciones de anteriores trabajos como de Penitent Man Stupid Man. La nueva banda de la que se ha rodeado Matt da a su sonido una pegada más dura. Espectacular Guille (Mamagigi´s a la batería) y por supuesto el ex La M.O.D.A. Adam en la guitarra y mandolina. Poco a poco la Plaza Nueva se convirtió en un pogo inmenso de empujones y bailes acelerados. Ya en la parte final se acercaron más todavía a sonidos más duros con el tema No Name que directamente sonó a un acercamiento al metal. Musicalmente Dead Bronco estuvieron perfectos. Con gran pegada y sonidos muy duros pero lastró su concierto esos parones entre canción y canción consiguiendo que al final fuese un concierto algo desigual.
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