Elliott Murphy y su fiel compañero Olivier Durand en su segunda actuación consecutiva en Bilbao.Lugar: Bizkaia Aretoa
Público: Lleno
Duración: 90 minutos
Público: Lleno
Duración: 90 minutos
05/03/2012
Una vez más Elliott Murphy volvió a Bilbao. Son incontables las veces que ha actuado el americano por nuestras tierras y es que siempre se saldan con un gran éxito. El domingo actuó en la sala BBK agotando las entradas (de pago) con varias semanas de antelación, por lo que se buscó otra fecha. En un día poco propicio como son los lunes para conciertos, Elliott Murphy llenó, divirtió y convenció a un público que llenaba la sala (era con invitación) sin saber algunos que tipo de música hacía.
A las 20:10h. salía a un escenario sin artificios Olivier Durand y mientras este cogía su guitarra salía Elliot Murphy con su sombrero ante los aplausos del público. Lo que ofrecieron esta noche estos dos genios fue inesperado para la gente que no les había visto. En un principio es difícil creer que en un concierto con el único acompañamiento de dos guitarras acústicas y una armónica puedan hacer un concierto de rock pero vaya si lo hicieron. Olivier es un autentico virtuoso de la guitarra y los riffs que consigue sacar son sobresalientes. Se nota que llevan muchos años tocando juntos y es que los dos son una maquina perfectamente engrasada consiguiendo sobre el escenario una perfecta sincronización y un buen feeling en el que Elliott le deja a Olivier lucir todas sus cualidades.
Tras unas primeras canciones con sonido rockista, Elliot y Olivier tocaron otros temas más tranquilos con armónica pero siempre acababan estas canciones con los dos músicos al borde del escenario rivalizando en solos de guitarra. Parece mentira que se pueda sacar esos sonidos con una guitarra acústica. En estos momentos más tranquilos si cerrabas los ojos parecía que estabas escuchando al genuino Bob Dylan. Canciones recientes como Take That Devil Out of me o una fantástica Rain, Rain, Rain en el que pidió palmas e invitó a cantar. El público se lo estaba pasando bien y Elliott se sentía cómodo sobre el escenario y pidió coros, palmas y en varias ocasiones hizo encender la luz del Bizkaia Aretoa e hizo levantarse al público para que bailase. Con el auditorio puesto en pie y las luces encendidas se despidió con la escalofriante y rockera a lo Neil Young Last of the Rock Stars.
Con un público puesto en pie pidiendo de forma insistente más canciones, el dúo de genios volvió a salir al escenario y pidieron algo de silencio. Cogieron sus guitarras desenchufadas y se pusieron al borde del escenario a cantarnos una canción a pelo. Esto si que es un desenchufado. Se atrevieron con una versión de Bob Dylan, Blind Willie Mc Tell. Grandes.
El público tenía una sonrisa de oreja a oreja y el músico neoyorquino solo tenía que rematar la jugada con uno de sus clásico más aclamados. Así de con un tema tranquilo como Green River se despedían estos auténticos genios del entretenimiento rockero a pesar de ser un concierto acústico. Los espectadores como no podía ser menos dieron una ovación cerrada ante este concierto que se merece un cum laude. Solo cabe esperar la próxima visita de Elliott Murphy a Bilbao que seguro que será pronto y es que desde hace años vive en la vecina Francia. Lo dicho dos auténticos genios que pasaron dos veces por Bilbao.
Una vez más Elliott Murphy volvió a Bilbao. Son incontables las veces que ha actuado el americano por nuestras tierras y es que siempre se saldan con un gran éxito. El domingo actuó en la sala BBK agotando las entradas (de pago) con varias semanas de antelación, por lo que se buscó otra fecha. En un día poco propicio como son los lunes para conciertos, Elliott Murphy llenó, divirtió y convenció a un público que llenaba la sala (era con invitación) sin saber algunos que tipo de música hacía.
A las 20:10h. salía a un escenario sin artificios Olivier Durand y mientras este cogía su guitarra salía Elliot Murphy con su sombrero ante los aplausos del público. Lo que ofrecieron esta noche estos dos genios fue inesperado para la gente que no les había visto. En un principio es difícil creer que en un concierto con el único acompañamiento de dos guitarras acústicas y una armónica puedan hacer un concierto de rock pero vaya si lo hicieron. Olivier es un autentico virtuoso de la guitarra y los riffs que consigue sacar son sobresalientes. Se nota que llevan muchos años tocando juntos y es que los dos son una maquina perfectamente engrasada consiguiendo sobre el escenario una perfecta sincronización y un buen feeling en el que Elliott le deja a Olivier lucir todas sus cualidades.
Tras unas primeras canciones con sonido rockista, Elliot y Olivier tocaron otros temas más tranquilos con armónica pero siempre acababan estas canciones con los dos músicos al borde del escenario rivalizando en solos de guitarra. Parece mentira que se pueda sacar esos sonidos con una guitarra acústica. En estos momentos más tranquilos si cerrabas los ojos parecía que estabas escuchando al genuino Bob Dylan. Canciones recientes como Take That Devil Out of me o una fantástica Rain, Rain, Rain en el que pidió palmas e invitó a cantar. El público se lo estaba pasando bien y Elliott se sentía cómodo sobre el escenario y pidió coros, palmas y en varias ocasiones hizo encender la luz del Bizkaia Aretoa e hizo levantarse al público para que bailase. Con el auditorio puesto en pie y las luces encendidas se despidió con la escalofriante y rockera a lo Neil Young Last of the Rock Stars.
Con un público puesto en pie pidiendo de forma insistente más canciones, el dúo de genios volvió a salir al escenario y pidieron algo de silencio. Cogieron sus guitarras desenchufadas y se pusieron al borde del escenario a cantarnos una canción a pelo. Esto si que es un desenchufado. Se atrevieron con una versión de Bob Dylan, Blind Willie Mc Tell. Grandes.El público tenía una sonrisa de oreja a oreja y el músico neoyorquino solo tenía que rematar la jugada con uno de sus clásico más aclamados. Así de con un tema tranquilo como Green River se despedían estos auténticos genios del entretenimiento rockero a pesar de ser un concierto acústico. Los espectadores como no podía ser menos dieron una ovación cerrada ante este concierto que se merece un cum laude. Solo cabe esperar la próxima visita de Elliott Murphy a Bilbao que seguro que será pronto y es que desde hace años vive en la vecina Francia. Lo dicho dos auténticos genios que pasaron dos veces por Bilbao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario