Desde Nueva York el quinteto The Rad Trads intentaron calentar el ambiente.
Lugar: Kafe Antzokia (sala superior)
Duración: 80 minutos.
29/11/2017
Noche muy fría y desapacible la del miércoles en Bilbao. No apetecía salir a la calle y si a eso le añadimos que había partido en San Mamés no se espera mucha gente en el primer concierto de la gira nacional de los americanos The Rad Trads. Una treintena de valientes desafiaron a los elementos para disfrutar del concierto entre los que pudimos ver a Francis de Doctor DeseoDoctor Deseo.
A las 21:10h. salían al escenario el quinteto The Rad Trads. La peculiaridad de este grupo que nos visitaba por primera vez no tienen un líder claro y los 5 componentes se turnaron en las voces. A priori mayor variedad pero no todos cantaron con el mismo acierto. Comenzó cantando su Patrick Sargent (saxo y teclados) el más flojo de los 5. Continuo el pelirrojo Mike Harlen al bajo con un ritmo más swing y estas primeras 3 canciones las cerraba su batería John Fatum que a la postre fue el que más matices dio a las canciones. Con su voz rasgada, susurrante a ratos y con carencia por sonidos blues él ofreció los mejores momentos del concierto tanto en las canciones que cantó como su pegada jazzística en lo musical. Hicieron varias versiones y destacaron los 2 temas instrumentales con gran protagonismo primero del saxo y después de la trompeta y hasta la sección de vientos se animó a bajar del escenario y tocar entre el público. Pero el grueso de la actuación se la llevó como era de esperar las canciones de su único disco Must we Call Them Rad Trads en donde destacaron canciones como Black Jack con esos coros tan bien definidos o la mezcla perfecta entre blues, swing y funky de Keith Richards & I cantado por su batería y con una buena melodía de guitarra y los vientos acariciando el tema. Tal vez se desinflaron algo en la parte final con temas más tranquilos como At Ease Boys. Tras despedirse tocaron un tema más dejando una agradable sensación. Beben de muchas fuentes, tal vez demasiadas, cantaron los cinco, tal vez demasiados, pero ofrecieron un concierto entretenido y muy disfrutable en una noche tan fría y desagradable que apetecía más quedarse en casa.
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