Benjamin Clementine en una de sus numerosos números para animar al público.
Tercera y última jornada del Bilbao BBK Live 2018. Tras un día como el del viernes con bastante lluvia, la organización decidió poner paja en lugares estratégicos del recinto par que no se convirtiera en barro. Por fortuna no llovió y se pudo disfrutar de todos los conciertos en donde también actúan sobre los muchos escenarios grupos nacionales.
Comenzamos nuestro último periplo en el escenario 2 con uno de los grupos habituales en el festival, los gallegos Triángulo de Amor Bizarro. Tras su concierto de la mañana el grupo volvía al recinto de Kobetas. Desde el comienzo dejaron claro que aún le quedaban fuerzas con temas como Desmadre Estigio o Gallo Negro se Levanta. Con sus distorsiones habituales y un público metido de lleno en el concierto, la banda animó todavía más a participar en el directo Repasaron temas de toda su carrera incluidos temas de su más reciente EP como O Isa. Y precisamente Isabel Cea cogió el protagonismo en las voces en la parte final del directo. Destacaron temas en este tramo final como Baila Sumeria, Les Llevaré en mi Cruz (de lo mejor de su directo) con dedicatoria incluida y terminar con su gran clásico De la Monarquía a la Criptocraacia. Buen concierto de los gallegos que consiguieron los primeros pogos de la tarde ante un público entregado.
Una de las citas ineludibles de este último día era la de Benjamin Clementine. Aunque dio muestras de su calidad y su música diferente, dejo la sensación que perdió mucho el tiempo. En formato trío y con un excelente batería que clavaba cada golpe, Benjamin se dispersó mucho en intentar hacer un concierto de festival y que el público cantará demasiadas veces. El concierto no conseguía tener ritmo y hasta sus músicos paseaban por el escenario. Tan solo 9 temas cantó en algo menos de una hora. Destacó su parte final con el tema Adiós aunque con más bromas, I Won´t Complain, tal vez la mejor de la tarde y despedirse finalmente con Jupiter consiguiendo una buena respuesta del público sin tanto exceso. El británico dio retazos de la calidad que tiene. Con su piano, su voz tan especial, una buena banda que actuó descalza y con monos de trabajo azules pero se dispersó mucho en bromas y pedir coros. Su magnetismo sobre el escenario le hubiese bastado para dar un gran concierto de música.
Alguien no muy habitual en festivales de esta envergadura era el ex Flechazos Cooper que actuó en el escenario Thunder Bitch. Su propuesta de pop fresquito pero con buenas guitarras y su felicidad inundaron el escenario. Hizo un concierto muy especial repasando tanto su carrera en solitario como con Los Flechazos. Además para ampliar su buen concierto tuvo una sección de vientos en temas como Cerca del Sol. Así sonaron temas divertidos como Hipsters o Islandia. Además Alex comentó que gracias al festival había visto a uno de sus ídolos y referente entre bambalinas como es Noel Gallagher pero bromeó diciendo que tenía que sonreír más. Un concierto perfecto para degustar mientras anochece.
Otra de las propuestas diferentes del festival fue programar a Ana Curra en el Thunder Bitch. En principio iba a tocar en el mismo horario del cabeza de cartel del día pero al final toco justo antes, a la 01:00h. Así sonaron temas de Parálisis Permanente como El Acto, más alguna versión como Quiero ser tu Perro de los Stooges de Iggy Pop. El sonido fue bastante bueno para recordar viejos temas que marcaron los 80 y que Ana Curra lleva varios años volviéndolos a tocar. Buenas guitarras, estética punk y ganas de divertir no faltaron en su concierto.
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