El grupo de Aranjuez sigue creciendo en cada concierto y conquistando a más público.
Lugar: Kafe Antzokia.
Público: 500 personas.
Duración: 97 minutos.
22/12/2018
Con más de diez años de andadura y unos componentes muy inquietos que han tocado en un montón de grupos diferentes, Rufus T. Firefly por fin han logrado la atención del público y los medios que merecían. Con su disco Magnolia lograron hacer un buen número de festivales en donde desplegaron su poderoso e hipnótico directo en donde fueron logrando ampliar su público. Un año después llegó Loto, casi una segunda parte de su anterior trabajo. El grupo está de despedida de estos dos discos en una gira que les mantendrá ocupados hasta abril tocando estos dos discos íntegros. Tras el concierto acústico y tranquilo de 25 minutos de Urko de Pet Fennec en el que aprovechó para tocar algún tema nuevo y, en el que en ciertos momentos, le costó hacerse escuchar entre tanta charla, llegaba el turno para el concierto de Rufus T. Firefly en Bilbao que además era su última fecha de 2018.
A las 22:40h. salían los de Aranjuaz con el tema Thukamori, primer tema de su disco Magnolia. Una versión más rápida y acelerada cargada de energía y pegada. Y es que Rufus T. Firefly demostraron estar en un momento de forma envidiable. Con una cuidada puesta en escena y una gran juego de luces, la banda sonó como un cañón con una espectacular pegada de Julia en la batería y una banda sin fisuras. La música de la banda está entre el indie rock, la psicodélia y los sonidos de los 80 con esos teclados como en Loto. Pero donde se hace más patente son en las referencias en las letras de las canciones. Un buen gusto a libros, música, cine y series, el espacio y la ciencia ficción. Y si quedaba alguna duda hay está Demogorgon, muy influenciada en lo musical por la recomendable serie Stranger Things en donde fusilan su sintonía. Víctor Cabezuelo no habló mucho entre canción y canción pero si saludó y nos dijo que siempre que habían venido a Bilbao y habían salido de copas siempre habían pensado en tocar algún día en el Kafe Antzokia.
La banda tiene canciones muy diferentes entre si desde la envolvente Última Noche en la Tierra, muy a lo Tame Impala, que el propio Víctor describió como la primera canción que compusieron en esta nueva etapa, la curiosa Cristal Oscuro, casi un instrumental con Julia impresionante en la batería y con ciertos toques árabes en los teclados y sobre todo muy psicodélica cuando entra Víctor a cantar en la parte final. Uno de los momentos más bellos de la noche fue la tranquila Espectro. Canción delicada con grandes melodías en los teclados y piano hasta llegar a una parte final en donde la canción coge fuerza. Fueron llegando temas de su último trabajo Loto como San Junipero (nueva referencia a series de ciencia ficción en este caso Black Mirror) o la del título interminable Un Breve e Insignificante Momento en la breve e Insignificante Historia de la Humanidad. Un pop con mucha lisergia con muchos teclados en donde de nuevo llegan las referencias (" en twitter alguien nos compara con Tame Impala" o "suena de fondo el vinilo de Cala Vento, su nueva mierda me ha llegado").
Recta final con Pulp Fiction, la cima de la noche la espectacular Pompeya, uno de los pocos rescates de sus discos anteriores en donde la banda explora su sonido hace derroteros más rockeros y energéticos y demuestran lo que pueden hacer en directo con un final espectacular en las luces y con toda la banda rodeando a Julia. Tras esta descarga el concierto seguía con otra de sus canciones más conocidas Nebulosa Jade. Ya en los bises y agradeciendo de nuevo nuestra presencia y el increíble trato recibido por el Kafe Antzokia, Víctor comunicó que esta gira les llevara hasta abril y luego pararán para preparan nuevas cosas que a día de hoy no saben por donde tirarán. Final Fantasy fue el primer tema para cerrar con otras dos canciones míticas de la banda como son Magnolia y cerrar con de nuevo dando protagonismo a la guitarra con Río Wolf.
Gran concierto de Rufus T. Firefly en el Kafe Antzokia. Demostraron estar muy rodados y sin fisuras. Destacó la fuerza en la batería de Julia a la batería en unos músicos curtidos en mil batallas y que juntos hacen de sus directos una muy recomendable experiencia. Su música es variada e imaginativa con un claro sabor psicodélico y lisérgico en donde las melodías de los teclados marcan el sonido de las canciones y la guitarra y bajo acompañan de forma efectiva. Desde luego Rufus T. Firefly son una de las mejores propuestas de la música cantada en castellano de nuestro país y tras muchos años en los que no se les hacía el caso que se merecían por fin les ha llegado su momento. Ellos han trabajado para ello. Recordemos que tan solo hace un par de años daban uno de sus primeros conciertos en Bilbao en el Satélite T de forma gratuita y desde entonces la banda ha tocado en festivales tan importantes como el Bilbao BBK Live y llenando muchas salas en toda la península.
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