19 de abril de 2019

LA FELICIDAD DE IZARO SE AHOGA ENTRE EL MAR DE PARAGUAS EN LA PLAZA NUEVA DENTRO DEL BASQUE FEST

Izaro y su banda intentaron capear el temporal con su música.

Lugar: Plaza Nueva.
Público: 3/4 de entrada.
Duración: 80 minutos.
18/04/2019

   Primer día para muchos de las vacaciones de Semana Santa y como es habitual en estos últimos años se celebra en varios lugares de la villa el Basque Fest. Sirvan estas primeras líneas para hacer un pequeña (o gran crítica) a la organización del festival. No es la primera vez que se realizan conciertos en la plaza Nueva y desde luego no es de recibo que con las previsiones de lluvia que se esperaban desde hace varios días no hubiese una carpa para no mojarse (cosa que si hizo el Ayuntamiento de Barakaldo hace pocas semanas con su festival y concurso Hiriko Soinuak) y la segunda crítica todavía peor. Si ya había problemas para ver el concierto entre los paraguas, la visión no mejoraba por el escenario. A penas levantaba medio metro del suelo por lo que resultaba casi imposible poder ver medianamente bien el directo. En fin mala previsión de un festival que no es novato y, además, estamos en Bilbao en abril por lo que es muy probable que la lluvia nos acompañe. De esta forma el concierto de Izaro se convirtió en un pequeño infierno para muchos por la lluvia, el escenario, los paraguas y en gran medida también a todas esas personas que van a los conciertos a hablar. Con lluvia incluida vimos a varios grupos de jóvenes hablando entre ellos casi de espaldas al escenario y sin paraguas. 

   Así pasaban  unos minutos de las 21:00h cuando Izaro saltaba al bajo escenario de la Plaza Nueva para actuar en el Basque Fest en su primer concierto en la península de su gira despedida de Eason, su último trabajo. Hacía día y medio que habían regresado de su pequeña gira por México y reconocieron que aún estaban algo cansados por el cambio de hora. La bizkaina aunque residente en Gipuzkoa comenzó en castellano con el tema De Más de su  último trabajo. En estas primeras canciones la voz de Izaro sonaba débil y temerosa aunque a lo largo de la noche fue consiguiendo sonar más segura. Prosiguió con temas en euskera como Astelehenak. Izaro estuvo bastante habladora y explicaba como compuso cada canción o de que trataba y hasta nos contó alguna anécdota de su paso por México. Contó que estando en Cancún de vacaciones estaban en la playa e Iker Lauroba (su fiel guitarrista) estaba jugando al voley playa con unos brasileños y se lesionó en dos dedos. Al día siguiente fueron a hacer snorkel y que de nuevo Iker se chocó contra un arrecife. Parece que Iker no tuvo mucha suerte en Cancún. De esta forma dio la intro al tema Zure Ezpainen Itsasoan.

  En lo musical el concierto no funcionó del todo. Hemos visto a Izaro varias veces pero esta vez no encontró el tempo del directo. Su música tal vez pierda bastante en espacios abiertos. Es relejada, en muchos momentos, y acústica y la cercanía que te da una sala o pequeño teatro y los matices de la banda y la sensibilidad de Izaro cantando se pierde en espacios abierto. Así la banda sonó bastante lineal, sin matices y demasiado pop (blando y vacío). Además en las primeras canciones se le acoplaba el micro. Así entre canciones en castellano como Delirios sobre San Sebastián o la tranquila y sentida Eider de su anterior trabajo y temas en euskera, las que prevalecieron, la muy pop Er(h)ori o más comprometida como Errefuxiatuena llegaba su concierto a la parte final. Escala de Grises conseguía que el público se animara a cantar con ella y ya a solas con su guitarra y voz se despedía con un tema que hacía tiempo que no lo tocaba en directo como La Vi de su anterior trabajo OM y que confesó que la ha recuperado en su visita a México. Otros 2 temas quedaron para los bises comenzando por un tema en euskera y acabando con una canción más alegre que de nuevo pidió coros al público y que ya es un clásico de Izaro La Felicidad.
   Como hemos dicho no fue el mejor concierto que hemos visto de Izaro. El ambiente, el tiempo, el lugar, el escenario e inclusive el cansancio de la banda tuvo mucho que ver para que no dieran un directo como al que nos tienen acostumbrados. Las canciones de Izaro son muy personales y siempre ha intentado transmitir sentimientos y pasión en cada directo. Hay veces que sale mejor y veces peor según las circunstancias. No obstante Izaro es una de las mejores voces que tenemos en Euskadi y sus letras siempre cuentan historias interesantes acompañadas de buenas melodías. No tenía fácil conseguir una complicidad con los presentes más pendientes de no mojarse que de interactuar con la banda.

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