CON FALDAS Y A LO LOCO

Lugar: Arenal (Txozna Kulturgune)
Público: 1500 personas aproximadamente
Duración: 100 minutos

23/08/2010

Como alma que se lleva el diablo nos fuimos de Abandoibarra tras ver el ambiente que se respiraba y así no ver a Melocos, tras ver a La Guardia . Había que cambiar de ambiente y de tipo de música. Pero andar por el paseo de Uribitarte hasta las txosnas era todo un poema. En la parte de atrás del concierto de Abandoibarra había un gran sector, llamemoslos personas con más conciencia, que están sentados alrededor de unas bolsas y unas cuantas botellas. Estaban en un sitio que no molestaban ni a la gente que quería ver el concierto ni a los que pasaban por ahí. Pero la supuesta gran obra maestra que alberga el "mejor" arte y cultura de Bilbao, el museo Guggenheim, esta atestado por las escaleras de la parte de atrás del museo de gente haciendo botellón, un poco más adelante (debajo del puente de la Salve) críos y no tan críos meando en la paredes que alberga ese "magnífico museo" representante, según los políticos, del nuevo Bilbao. Durante todo el paseo hay bastante gente caminando placidamente, gente sentada en los jardines o bancos con sus botellas hasta llegar a la altura del puente Zubi Zuri. A esa altura hay una carretera que sube para Mazarredo con una rotonda en la que hay una gran fuente. Pues hay estaban 2 chavalas que no llegaban a los 18 años bañándose, pero no mojándose los pies sino bañándose con ropa y buceando. En fin lo que hizo Shakira en Barcelona y por lo que la quieren multar pero bañándose de verdad.

En fin, cuando llegamos al escenario. The Real McKenzies acababan de empezar hace unos 10 minutos y nos encontramos a su gaitero subido a un bafle. El escenario estaba unos 4 metros de la gente y era pequeño y el sexteto no podía moverse mucho por él, y no podían estar cerca de su público. El sonido era malo (no se le puede pedir buen sonido a un concierto txoznero), no se adibinaban la fuerza de las guitarras y el bajista aunque le pegaba duro solo se le intuía, la batería sonaba hueca. Su cantante nos recordó con su tono de voz al cantante de Bad Religion.
Todo sonaba bastante parecido debido al sonido que había aunque, sobre todo en las primeras filas, se lo pasaban en grande mientras volaban botellas de kalimotxos y cervezas. Tuvieron una fase más acústica que empezó cantando Paul McKenzie a capela y que fue de lo mejor de su bolo. Por lo menos sonaron diferentes a las canciones anteriores. Se intentaban comunicar con el respetable, nos llamaba Basques, incitando a la bebida. Dedicaron una canción a la cerveza pero el público no daba una respuesta mayoritaria a lo que pedía su cantante. Y tras tocar varias canciones mas con gaitas, flautas y pequeños saxofones se despidieron. Volvieron para los bises, canciones aceleradas que recordaban a NOFX pero debido a la nula seguridad del concierto subía al escenario cualquiera. Que si unas chicas a bailar, que si un tipo fumao y borracho con faldas y el brazo escayolado que salto del escenario al público.

En fin concierto con mal sonido y es que parecían que no tenían pegada. Recordaron irremediablemente a unos tipos que vimos hace un mes en el Bilbao BBK live con nombre Dropckick Murphys. Por cierto perdimos la cuenta de cuantas veces pasaron unas rumanas, pero más de cuatro, en un atora espacio como era el lugar en el que no se podía casi mover entre el escenario y las txosnas que vendían productos de "primera necesidad" como sombreros, flores de peluche. Y encima hay que dejarlas pasar. Vivan las fiestas.