Lugar: Abandoibarra
Público: 13000 personas aproximadamente
Duración: 80 minutos
Público: 13000 personas aproximadamente
Duración: 80 minutos
23/08/2010
Al salir del metro en Moyua ya nos daba que pensar el tipo de gente que iba a haber en el concierto. Chavalillos/as de 14 a 16 años que habían ido de compras a supermercados. Todos con sus bolsas y con su lista de la compra en donde no puede faltar el alcohol, alcohol y ya que hay que comer algo el alcohol. Empezaban a sonar los primeros acordes del concierto y desde arriba del museo se veía una más que nutrida entrada. Una vez bajadas las incomodas escaleras del museo el espectáculo era dantesco. Grupos de chavalillos/as sentados alrededor de las bolsas del super, en muchos casos de espaldas al escenario, rodeados de botellas de kalimotxo y que no se movían para dejar pasar a la gente que íbamos a ver el concierto. Lo malo no es tanto que hagan botellón (son menores) es que ocupen las primeras filas del escenario si no van a ver el concierto. Para eso están las últimas filas que lógicamente también estaban haciendo lo mismo. En fin estos grupillos estaba claro a quien iban a ver y les daba exactamente lo mismo quien tocara antes de telonero ya que ellos iban a lo que iban. A beber, beber y a ver a Melocos, o más bien a cantar las 2 o 3 canciones que conocen. Es la generación de Operación Triunfo que tanto a dañado y dañara a la música en donde lo importante no es tener buenas canciones y buena música sino tener una imagen, sonar todo lo que puedan en las radio formulas y dentro de menos de 5 años no se acuerda nadie de ti. Resumiendo la capacidad de atención y escucha de música es inversamente proporcional al alcohol que beben a escondidas o no tanto.
En fin, en lo estrictamente musical La Guardia operaron como teloneros de Melocos. Otra falta de respeto. Pensar que un grupo con la trayectoria de los granadinos labrada durante tantos años teloneen a un grupo de principiantes que no llevan ni 5 años es algo impensable. Pero lo dicho arriba, el público estaba claro a quien iban a ver. El grupo de Manuel España opero con más oficio que en su anterior visita en Barakaldo sonando más conjuntados y un inicio de concierto notable. Por cierto, ya que hablamos de falta de respeto, también hay que comentar la actitud del cantante. Con gafas de sol toco el concierto y mascando un chicle. Empezaron a tocar rápido sus éxitos y el primero en caer fue Mil calles llevan hacia ti. Su concierto discurrió con dejes country rock de baratillo y es que reconozcamoslo La Guardia no tiene unas canciones muy redondas. Tras escuchar las 5 o 6 canciones todas te van a sonar igual y el concierto se convierte en una retaila de canciones vacías en cuanto a sonido y letras. Sonó la entretenida El blues de la Nacional 2 para luego aburrirnos hasta la extenuación con Donde nace el río. Venían a presentar su nuevo largo que lleva por título Tumbado al borde de la luna de la que tocaron canciones como Lucia. Y volvieron a aburrirnos con la acústica Buena suerte señorita. Con decir que lo mejor del concierto fue cuando uno de sus guitarristas (muy saltarin y feliciano) empezó a rasgar sus cuerdas Smoke on the water de Deep Purple y ramalazos tarantinescos. Se despidieron con su clásico Cuando brille el sol coreada por un sector del público mientras otros antes de comenzar esta canción gritaban Melocos. Tiempo para los bises que ni tan siquiera fueron pedidos por la gente que seguía gritando Melocos. Tocaron 2 versiones. La primera presentada como una canción que le encargaron para un corto No dudaría de Antonio Flores y acabaron con la canción que popularizo Burning Mueve tus caderas.
En fin un concierto monocorde y a ratos algo frió y aburrido de un grupo que intenta volver a asomar la cabeza debido al revival ochentero que esta habiendo ultimamente. Grupos que nacieron en los 80 y triunfaron en los 90. Con los buenos grupos que habría que reivindicar como 091, La Frontera o Los Rebeldes y traen a los monocordes Danza Invisible y La Guardia. Por cierto en el otro escenario grande, Botica Vieja, cantaba Marta Sanchez. Revival ochentero. Que gran cartel hubiese sido este si llega a ser a principios de los 90 con Danza Invisible, Loquillo, Marta Sanchez, La Guardia, Electric Light Orchestra (ELO) pero vamos camino de superar la primera decada del siglo 21.
En fin, en lo estrictamente musical La Guardia operaron como teloneros de Melocos. Otra falta de respeto. Pensar que un grupo con la trayectoria de los granadinos labrada durante tantos años teloneen a un grupo de principiantes que no llevan ni 5 años es algo impensable. Pero lo dicho arriba, el público estaba claro a quien iban a ver. El grupo de Manuel España opero con más oficio que en su anterior visita en Barakaldo sonando más conjuntados y un inicio de concierto notable. Por cierto, ya que hablamos de falta de respeto, también hay que comentar la actitud del cantante. Con gafas de sol toco el concierto y mascando un chicle. Empezaron a tocar rápido sus éxitos y el primero en caer fue Mil calles llevan hacia ti. Su concierto discurrió con dejes country rock de baratillo y es que reconozcamoslo La Guardia no tiene unas canciones muy redondas. Tras escuchar las 5 o 6 canciones todas te van a sonar igual y el concierto se convierte en una retaila de canciones vacías en cuanto a sonido y letras. Sonó la entretenida El blues de la Nacional 2 para luego aburrirnos hasta la extenuación con Donde nace el río. Venían a presentar su nuevo largo que lleva por título Tumbado al borde de la luna de la que tocaron canciones como Lucia. Y volvieron a aburrirnos con la acústica Buena suerte señorita. Con decir que lo mejor del concierto fue cuando uno de sus guitarristas (muy saltarin y feliciano) empezó a rasgar sus cuerdas Smoke on the water de Deep Purple y ramalazos tarantinescos. Se despidieron con su clásico Cuando brille el sol coreada por un sector del público mientras otros antes de comenzar esta canción gritaban Melocos. Tiempo para los bises que ni tan siquiera fueron pedidos por la gente que seguía gritando Melocos. Tocaron 2 versiones. La primera presentada como una canción que le encargaron para un corto No dudaría de Antonio Flores y acabaron con la canción que popularizo Burning Mueve tus caderas.
En fin un concierto monocorde y a ratos algo frió y aburrido de un grupo que intenta volver a asomar la cabeza debido al revival ochentero que esta habiendo ultimamente. Grupos que nacieron en los 80 y triunfaron en los 90. Con los buenos grupos que habría que reivindicar como 091, La Frontera o Los Rebeldes y traen a los monocordes Danza Invisible y La Guardia. Por cierto en el otro escenario grande, Botica Vieja, cantaba Marta Sanchez. Revival ochentero. Que gran cartel hubiese sido este si llega a ser a principios de los 90 con Danza Invisible, Loquillo, Marta Sanchez, La Guardia, Electric Light Orchestra (ELO) pero vamos camino de superar la primera decada del siglo 21.
No hay comentarios:
Publicar un comentario