El premiado Jimmie Vaughan recibe con orgullo la txapela del festival ante de su concierto.
Lugar: El Arenal.
Público: Lleno.
26/07/2025
Segunda jornada del Bilbao Blues Festival y una de las más esperadas. Un legendario guitarrista recibía el premio del festival y el público tenía ganas de disfrutarle en vivo. Una explanada que se quedó pequeña para ver a Jimmie Vaughan y el resto de conciertos. Unos brillaron más que otros y es que los años no pasan en vano.
La primera en subirse al escenario a las 19:05h. tras las presentaciones fue
Delanie Pickering. Era la primera vez que pisaba la península y a la larga suyo fue el mejor concierto de la tarde noche del sábado. Una de las artistas más jovenes del festival ofreció algo más de hora y diez minutos combinando swing y blues de Nueva Orleans. Es un diamante en bruto del blues con una gran calidad en la voz y su forma peculiar de rasgar las cuerdas de su guitarra. Lo hace sin púa, algo raro de ver. Además de la propia
Delanie destacó su teclista aportando mucho ritmo y otras tonalidades a las canciones. Una grata sorpresa para los que no la conocían y una futura estrella del género. Tal vez aún le falte algo más de presencia escénica pero era el primer concierto que daba en la península y quedó bastante satisfecha. Al día siguiente repitió en el kiosko del Arenal con otro gran concierto y largas colas para estar con toda la banda, hacerse fotos y comprar CD´S.
La gran estrella de esta cuarta edición del Bilbao Blues Festival era el legendario guitarrista de Texas
Jimmie Vaughan, hermano de otro grande del género como fue el malogrado
Stevie Ray. Este verano solo va a dar tres conciertos en Europa y el de Bilbao era uno de ellos por lo que había gran expectación. En algo menos de hora y media
Jimmie demostró que ha vivido mejores épocas. Algo justo de voz y correcto y poco más en la guitarra, su banda sujeta las limitaciones actuales del guitarrista en directo. A pesar de ello seguramente la cima de la velada fue el tema más tranquilo
Texas Flood y el cierre con
The Crawl cantada por su contrabajista. Destacaron la sección de vientos que le da mayor pegada a los temas. Así quedó también claro en el tema
Baby, Please Come Home. Un tema más rockero pero en donde destacó el gran solo de su trompetista. Dentro de sus limitaciones escénicas y vocales fue un concierto digno.
Los encargados de cerrar esta segunda jornada del festival fueron
Terrance Simien & The Zydeco Experience. El concierto de la banda fue todo lo contrario que al premiado de este año. Muy festivos, bailables y divertidos y es que en ocasiones la banda de criollos parecía más que estaban en una verbena que en un festival de blues. Casi en cada canción Terrance dejaba de cantar y mientras la sección de vientos y bajo hacían sus solos reparcía collares como si fuese los carnavales de New Orleans. Casi en cada canción. En lo musical el propio Terrance comentó que hacen blues afro francés. Con su acordeón a cuestas, Terrance más los Zydeco Experience destacaron en temas festivos como
Mardi Grass in the Country. Entre el country, el gospel y el funk también destacaron varias versiones. Tal vez la más destacada por ser un tema muy lejano al blues fue
No Woman No Cry de
Bob Marley. La verbana se desparramó en la parte final en
Iko Iko con la sección de vientos y el propio Terrance bajando a tocar entre el público y el público haciendo la cadeneta como en cualquier verbana y hasta invitaron a cantar con el clásico
When the Saints Go Marching In. Los bises fueron largos y destacó por sonar más espirituales y gospel con otro clásico como
Amazing Grace junto a
Down by the Riverside. Fue un concierto muy entretendio aunque verbenero de
Terrance Simien & The Zydeco Experience en donde sobre todo destacó la imponente sección de vientos y un bajista que supó aportar mayores matices a los temas de la banda ya que no tienen guitarrista. Una banda muy diferente para un festival de blues.
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