LA OSCURIDAD DE LIBE INTENTA BRILLAR EN EL BASQUEFEST

La alavesa Libe en plena actuación dentro del Basque Fest en plena Semana Santa bilbaína.

Lugar: Alhóndiga Bilbao.

Público: 125 personas.

Duración: 50 minutos.

24/03/2016

   Nueva jornada del BasqueFest en el antiguo almacén de vinos. Los organizadores de este evento se equivocaron al programar el doble cartel del jueves. Mientras del viernes y el sábado solo tocarán un grupo, el jueves ofrecían una velada con el cantautor euskaldun Gontzal Mendibil para un público más adulto y veterano ( inclusive fue un concierto con sillas) y de una de las gratas sorpresas del panorama joven y femenino euskaldun con Libe a continuación. Resumiendo nadie que vio a Gontzal se quedo a ver a Libe.

   Con algo más de un cuarto de hora comenzaba la alavesa Libe García de Cortázar y sus tres músicos se subían al escenario. Poco más de un centenar de personas se reunieron para disfrutar de su música. Libe ha publicado en el año 2014 su disco debut llamado Ihesaldi Handia tras militar en otros grupos de sobra conocidos como Ekon, Izaki Gardenak o Sorkun. Pero en este periplo en solitario no está sola y le acompañan grandes músicos como Txus Villalabeitia de los rockeros Same Old o Atxus Acosta (Neubat, Sorkun) que aportan su granito de arena en sus canciones. Lo que nos ofrece Libe en su música son canciones con tinte oscuro y sonidos sinuosos que intentan crear atmósferas especiales con gran protagonismo de los teclados de Libe y la guitarra de Txus.

   Tocaron casi todo el disco entero y destacaron canciones como Lilitegi Antzua o Jaio Naiz. Otro de los puntos fuertes es la voz de la propia Libe que puede sonar de una forma más dulce o más oscura según lo pida la canción. Txus aporta muchísimo con su guitarra creando sonidos diferentes en cada canción con su guitarra. Aún tienen poco materia por lo que sus conciertos son cortos y tienen pequeños bajones de intensidad. Los temas son muy densos y el grupo brilla mucho en los momentos más instrumentales. Así la mejor canción de la noche fue la última, Doinua, un tema casi instrumental (solo tiene los lamentos de Libe a lo largo de sus casi 9 minutos de canción) en donde el grupo muestra toda su fuerza con un piano efectivo, una guitarra distorsionada en forma y una gran pegada en la batería.