La Navidad ya está aquí y además de villancicos también hay gospel.
Lugar: Bizkaia Aretoa.
Público: 3/4 de entrada.
Duración: 66 minutos.
18/12/2020
Todos los años en fechas navideñas tenemos un buen número de conciertos dedicados al gospel. Una música muy arraigada en Ámerica y que en Navidad copan buena parte de las salas y teatros bizkainos. El viernes se acercaron hasta la coqueta sala Mitxelena del Bizkaia Aretoa en el concierto navideño típico de varios años el proyecto creado por Iñaki Miguel hace un par de años denominado Ispirit. Sweet Inspiration.
A las 19:05h. y con una buena entrada salían al escenario en formato de quinteto la banda. Con tres chicas al frente vestidas conjuntadas de verde y dos teclistas vestidos de negro comenzaba el concierto. La música estaba en el aire como cantaban en el primero de los temas y es que por su algo más de una hora de concierto sonaron temas clásicos de autores clásicos. Desde el
People Get Ready de los
Impressions escrita por
Curtis Mayfield o la curiosa
Sweet Sweet Spirit de
Doris Akers que fue cantada de forma coral por Ainhoa, Lidia y Estitxu bajo la dirección de Iñaki Miguel que se levantó de su piano para dirigirlas. Cabe destacar la perfecta compenetración entre las tres chicas que dieron un gran recital. A pesar de que estaba anunciada la presencia de Lide Hernando (voz en
Liher) no fue así y fue sustituida por Estitxu Pinatxo que entre otras cosas es conocida por su paso por el programa de televisión La Voz.
Tampoco faltaron clásicos de todos conocidos del género como
Oh Happy Day que fue presentada como un gran recuerdo de Lidia a su juventud cuando vio
Sister Act o como no
When the Saint Go Maching In que sonaron seguidas. Además de cantar juntas, las chicas tuvieron su protagonismo en solitario con más versiones de temas más contemporáneos como el
Hallelujah de
Leonard Cohen o
You´ll Never Walk Alone. También apareció
Elvis Prestley por los clásicos de Ispirit con el tema
If I Can Dream. Un concierto cuidado en donde destacaron las voces con gran armonía y diferentes de las chicas. La música de los teclados quedaron casi en un segundo plano para que los matices de cada voz destacaran. Un concierto con alma y espiritual que es el objetivo de cualquier concierto gospel.
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