Enorme concierto de Pixies que demostraron seguir siendo una gran banda de rock.
Lugar: Kobetamendi.
Público: 33424 personas.
08/07/2016
Segunda jornada del Bilbao BBK Live. La tarde comenzaba con algo de lluvia como la noche del jueves pero hasta se agradecía. La jornada, tal vez un tanto pobre en cuanto a grupos importantes y con tirón, venía encabezado claramente por el rock de Pixies, que a pesar de tocar bastante por nuestro país y que en noviembre vuelven a Barcelona para presentar su nuevo disco consiguieron que más de 30000 personas se acercaran a verlos. Antes y mientras anochecía uno de los grupos más importantes del indie naciona debutaba en el festival bilbaíno.
Y por fin Love of Lesbian tocó en el Bilbao BBK Live. El festival bilbaíno siempre nos suele traer al grupo internacional del momento y a los más importantes y por fin saldaron la deuda de uno de los grupos indies nacionales, Love of Lesbian que este verano raro es el festival que no los tiene. Cuando no me Ves fue la canción con la que abrieron su multitudinario concierto. Una más tranquila pero efectiva Bajo el Volcán era la continuación. Santi Balmes estuvo muy activo durante el concierto e intentó saludar en euskera agredeciendo la presencia del grupo y que esta no fuera la última vez.
El grupo venía a presentar su último disco Poeta Halley pero no se olvidaron de sus temas más antiguos. Mención especial para la maravilla que es 1999 que sonó con cierta épica y con un público entregado. Otro momento destacado de los catalanes fue Los Seres Únicos que Santi Balmes dedicó a David Bowie, Prince y a Jim Morrison en día que murió hace 45 años (llevaba una camiseta del cantante de los Doors). Hubo buenos momentos pero también el concierto tuvo sus parones como en la psicotrópica Psiconautas, un tema demasiado largo y denso que por fortuna recuperaron la fuerza con Algunas Plantas. La banda ofició de modo correcto con el gran Ricky Falkner dirigiendo en la parte de atrás aunque da la impresión que al grupo les sobra tanto músico. Ya en la recta final y con el público y la banda entregados en la fiesta no faltaron clásicos como la taradeada Club de Fans de John Boy y cerrar con un tema de su último disco como Planeador en donde Santi bajó del escenario para chocar unas cuantas manos y saludar a todos los presentes. Buen concierto como cabía esperar de una banda con un directo sólido y trabajado.
A las 00:00h. pasadas llegaba el turno para el gran cabeza de cartel de la segunda jornada del Bilbao BBK Live 2016, los legendarios Pixies.
Con unos minutos de retraso por el parón que tuvo Grimes en el segundo escenario cuando se le fue la electricidad daba comienzo el concierto de los Pixies. El grupo salía unido y saludaba de forma elegante a los presentes. Bone Machine era el tema elegido para abrirlo. Casi se puede decir que el concierto de Pixies fue apoteósico. Una banda que sonó de maravilla (lastima el corte de sonido que tuvieron en la segunda de la noche Head On de los Jesus and Mary Chain). El grupo además no paró de repartir en ningún momento. Practicamente sin descanso y sin dirigirse al público el grupo repartió guitarras crudas, riffs distorsionados y esa manera tan especial de interpretar las canciones que tiene Black Francis en un setlist que repasó su amplia carrrera y regaló varios temas de su próximo disco.
Historia viva del rock, a pesar de los años y los cambios de formación los Pixies demostraron en Bilbao que aún mantienen la fuerza en sus directos. Indie rock salvaje y hasta ciertos acercamientos al punk con acelerados ritmos como Um Chagga Lagga. Indie Candy, Monkey Gone to Heaven o la gran Hey en el que el público no paró de cantarla daban muestras de lo que fueron y son los Pixies. Rock con imponentes guitarras y una puesta en escena sencilla y con gran importancia de las luces. hasta cantaron algo parecido al castellano en Isla de Encanta. La apoteósis llegó con la preciosa Where is my Mind? con el público recibiendo la canción con los brazos en alto y con las gargantas bien afinada. Debaser cerraba el concierto con un público que les despedía por todo lo alto. El grupo contento toco un tema más Planet of Sound para completar la friolera de 32 temas casi sin descanso. Un gran concierto de rock sin artificios y en el que la única protagonista de la velada eran las canciones y la música.
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