Buen ambiente y bastante calor en la vuelta del Hirian a los barrios bilbaínos.
Tras pasar por Bilbao La Vieja y Deusto, este año volvía tras la pandemia el festival al aire libre y gratuito previo al Bilbao BBK Live Hirian. Y lo hacía en uno de los barrios más populosos y habitados de Bilbao como es Santutxu. 4 escenarios repartidos por todo el barrio en los que hay que destacar el sonido regulero tirando a malo que tuvieron todos los escenarios.
Los encargados de abrir el festival en el Karmelo ante una nutrida concurrencia y con bastantes familias con niños eran
The Limboos. Dificil papeleta la suya como dijeron en su concierto y es que eran los encargados de abrir el escenario y no habían hecho la prueba de sonido. Así comenzaron a las 13:00h. con un cuarto de hora de retraso y corrigiendo poco a poco durante el concierto los problemas de sonido que les iban afectando. A pesar de ello el concierto funcionó bien. Fue agradable escuchar su música retro vintage mezclando R&B y soul. En quinteto y con el teclista que pudimos ver hace unas semanas en el SanBar de Leioa junto a Aurora & Betrayers dieron un concierto animado, con canciones de calidad bien tocadas y mejor cantadas y hasta nos presentaron un tema que todavía no han publicado ya que están buscando a algún DJ para sonar más bailables.
En el mismo escenario y pasadas las 14:15h. salían a escena el cuarteto navarro
Kokoshca. El cuarteto con casi 15 años de trayectoria venía a presentar su nuevo disco llamado como la propia banda. El día ya había despejado por lo que el calor y el sol de pleno daba a la plaza tanto a los músicos como al público.
Directo a tu Corazón fue el primer tema de la mañana. Su mezcla de rock alternativo, pop con cierta aire punk recuerda, en cierta forma, a sus paisanos
El Columpio Asesino. Además también tienen dos cantantes, Iñaki y Amaia. Continuaban de forma animada con la divertida y romántica
Te Sigo Esperando con sintetizadores pre grabados.
Kokoshca no se olvidaron del montañero muerto en Annaurna Iñaki Ochoa dedicándole el tema
Asia. Con la tranquila
Aire se tomaron un pequeño respiro para emprender una recta final coronada por el alargado
Himno de España. Un tema con aires políticos. Entretenido concierto de una banda muy animada que dejó un buen sabor de boca.
A pleno sol radiante llegarían en la hora de la comida y la siesta los directos de
Za! & la Transmegacobla con su mezcla curiosa y extraña de folckore y electrónica en la que tuvieron que bajar del escenario para hacer una mini kalejira para animar al público a acercarse al escenario ya que estaban todos a la sombre y para las 16:30h. los sonidos reggae de los veteranos pero clásicos Potato consiguiendo el primer lleno absoluto de el Karmelo.
Ya con el horario recuperado y hasta adelantado los ya veteranos con más de 35 años de carrera
Sex Museum comenzaban su directo en el Karmelo con cinco minutos de adelanto. Un primer tema instrumental para dar paso al primer tema cantado por Miguel Pardo
Breaking the Robot. El rock y hard rock potente de los madrileños llegó de la primera a la última fila. Caras felices tanto de la banda como del público con pogos en las primeras filas y suscitando mucha curiosidad en el resto. Tal vez el rock ha perdido la calle y por eso ha perdido en popularidad con respecto a los sonidos repetitivos del trap y reggaetón y este concierto era una buena oportunidad para devolver el rock a la calle y hacer afición. La banda se entregó en cuerpo y alma en una sesión de pilates rock (así lo definió su dicharachero guitarrista Fernando Pardo). El sonido de nuevo no acompañó mucho, sobre todo en las primeras canciones con una voz de Miguel bastante baja. Se centraron en tocar buena parte de su último disco
Musseexum destacando su única canción en castellano
Microdosis o
Lucky Man con esa presencia penetrante de los teclados de Marta Ruiz. La locura se desató en sus dos últimos temas
Riots y la potentísima
Red Ones. En fin como dijo Fernando Pardo en el concierto son una banda que llevan muchos años en el mundo del rock y están acostumbrados a tocar en garitos pequeños de 25 personas con en grandes festivales. Y siempre cumplen. Al acabar Javi Vacas, los hermanos Pardo y Loza no dudaron en chocar las manos con los asistentes en las primeras filas agradeciendo de esta forma la respuesta suya durante el concierto.
En un principio La Élite estaban anunciados para las 20:30h. en el Cocherito, otro de los escenarios. Pero por diversos problemas a lo largo del día los conciertos llevaban una hora de retraso por lo que a su hora (comenzó a las 20:20h.) llevaba la propuesta de la joven Samuraï. o lo que es lo mismo Aroa Lorente acompañada de otros tres músicos madrileños. El sonido fue muy malo. El espacio se antojaba a todas las luces pequeño para albergar a toda la juventud que cantó sus canciones. Con estética noventera con dos coletas y camiseta de
Sid Vicious incluida, todas las canciones sonaron muy parecidas entre si. Samuraï tiene una bonita voz aunque siempre canta en un mismo tono de voz y es de agradecer que una propuesta de gente joven lleve cuanto menos a músicos reales. A pesar de ellos hubo muchas voces pregrabadas para los coros y muchas secuencias pre grabadas de sintetizadores. En poco más de media hora entre ciertos aires de rock y electrónica sonaron temas como
Tóxico o
No Quiero Pensar, el tema preferido de Aroa. Estuvo muy animada e intentando animar al público presente en el Cocherito a cantar y a saltar y tuvo buena respuesta por el público joven. Inclusive hasta la versión fuera de lugar que realizaron gusto a la gente en donde se hizo el sacrilegio de mezclar un tema de
Melendi con otro
Dover en su etapa más grunge y primigenia. En fin lo que hay que escuchar. En fin fue un concierto corto, con mal sonido y todas las canciones sonando muy parecidas. Seguro que en otras circunstancias se pueden apreciar más los matices de su música. En Bilbao no llegó a conseguirlo.
Como cierre de festival y de escenario del Karmelo teníamos a la banda más veterana del cartel. Nada menos que los históricos
Aviador Dro con 43 años de carrera. Volvían a los escneario en Bilbao y enfundados en sus monos rojos salieron cual robots al escenario. En su hora de concierto repasaron su éxitos ante las delicias de los más veteranos del lugar. Sonidos electrónicos para unas letras que hablan de robots, del espacio y de nucleares. Y en cierta forma hasta son visionarios y es que hace 10 años lanzaron
Ucrania en Llamas sobre un tema de la banda de 1982 llamado
Varsovia en Llamas. Pero
Aviador Dro hicieron las delicias con temas clásicos como
La Televisión es Nutritica o sobre todo
Nuclear sí, Por Supuesto con muchos cánticos del público presente haciéndoles los coros. Con buen sonido, por fin, la banda funcionó muy bien en una performance en donde lo visual también tiene gran importancia. En
Nestor el Cyborg hasta hubo cambio de vestuario. Ya en la recta final llegaron temas también clásicos de la banda como
Amor Industrial o por supuesto otras de las cimas de su directo
Selector de Frecuencias.
Trance fue el último tema de la noche. En fin que
Aviador Dro salieron victoriosos de su vuelta a Bilbao en un concierto más que correcto para una banda que lleva la friolera de 43 años de trayectoria. Muchas bandas quisieran llegar hasta donde han llegado ellos.
El Hirian 2022 terminó en Santutxu con un gran éxito de público. El barrio estaba atestado de personas a todas horas del día y en especial por la tarde noche. Los comercios y sobre todo los bares y terrazas estuvieron a rebosar. Es más se quedó pequeño esta vez. Tanto los escenario del Cocherito como Zumalakarregi eran espacios pequeños para albergar tanta juventud para escuchar a artistas de trap y reggaetón. Hay que destacar sobre todo el mal sonido que tuvieron estos dos escenarios y que el Basoa en Arsuaga era un callejón estrecho e incómodo para albergar a tanta gente. A pesar de estos inconvenientes fue todo un éxito y hasta la reparticiones de bandas fue acertada. En el Karmelo se juntaron sobre todo un público familiar a la mañana y cuarentón por la tarde para ver a bandas con más carrera y más nombre en el mundo musical. En el resto de escenarios se junto la chavalería y muy pocas veces se juntaron ambas generaciones.