Una de las sensaciones de la música nacional, Alcalá Norte, demostraron su pegada en directo (foto: Aliron Studio)
Tercera y última joranda del
Bilbao BBK Live. Con las fuerzas justas después de dos días de buena música, el festival llegaba a su final con un día agradable para estar en el monte aunque aún había algo de barro del día anterior. Hay que destacar que el sábado confluían varias casualidades. Una nueva banda nacional que está creciendo como la espuma y otra que está en los últimos meses de su gira ya que se disuelven.
Mucho público se acercó a las 18:25h. a la apertura del escenario principal para ver a la banda que está en boca de todo el mundo,
Alcalá Norte. Los madrileños no inventan nada pero sus letras y su música que suena más a las bandas de la movida de los 80 que las propias bandas de antaño han calado entre el público más joven. Comenzaron con el tema
Los Chavales. Ya desde el principio se pudo ver a su cantante Álvaro Rivas con la camiseta de la peña del Athletic Piratak. Fue un buen concierto aunque se note todavía cierto nerviosismo y hasta algo más de tablas. Su carismático batería perdió hasta en 2 ocasiones una baqueta en la misma canción. Una de las cosas a mejorar es quién de la banda se dirije al público. Barbosa quiere mucho protagonismo y en ocasiones interrumpía lo que decía su compañero Alvaro. En lo musical beben de muchos estilos. Pop, post- punk, rock alternativo pero con canciones que enganchan.
La Sangre del Pobre recuerda irremediablemente al brit pop de Stone Roses o algo más rock cuando versionaron de forma libre y personal
El Rey de los Judios (Un Cosquilleo) de sus amigos
La Paloma. A partir de ahí el concierto fue a más. Álvaro bajo del escenario y el público empezó a interactuar todavía más con ellos.
La Calle Elfo fue una de las cimas de la velada,
Superman continuaba en buena línea y ya como último tema su clásico ya a pesar de llevar solo un disco el himno generacional
La Vida Cañón con el público cantando y saltando. En octubre volverán a Bilbao a sala (Stage Live).
Casi con lo puesto actuaba la cantante y compositora de Salou
Alba Morena en el escenario Firestone. Con la única compañía de otra chica a los teclados y programaciones, Alba cantó bien en especial cuando se acercaba más al flamenco. Recordó irremediablemente a
Rosalía en temas como
Yo Te Quiero Pero con voz flamenca y una elecrrónica más ambiental. Cuando se aleja más del flamenco hacia otros sonidos más urbanos y pop como
Otra Vez pierde cierta fueza su música al pisar terrenos ya muy explotados por otros artistas con más medios. Es una artista en crecimiento y esperemos que se anima a actuar con banda al completo para llevar su música y sobre todo su directo a algo con más peso.
Y para muchos este será la despedida de
El Columpio Asesino ya que están en su gira despedida. Tras despedirse el año pasado en sala este verano se están despidiendo de los festivales. Y comenzaban con fuerza con uno de sus clásicos
Babel en donde muestran la pegada de su propuesta. Con Cabezafuego al bajo tras la triste desaparación de su anterior bajista, la banda tocó alineada a la misma altura del escenario dejando tan solo al bizkaino Jaime Nieto en la parte de atrás en los teclados. Fue un directo sin grandes sorpresas.
El Columpio Asesino siempre han ofrecido grandes canciones con otras menos inspiradas y su concierto en el festival no fue menos. En el comienzo de su directo también destacó
Ballenas Muertas en San Sebastián que fue la tercera de la tarde. Luego el concierto entró en un pequeño bache hasta que llegaron joyas, nunca mejor dicho, como
Diamantes y
Perlas. En la recta final Cristina cogió la voz cantante para temas como
Huir y
Preparada con un toque más pop bailable. Pero el éxtasis llegó, como no podía ser menos, con
Toro con todo el público saltando y cantando. Un tema que les catapultó a lo más alto del indie nacional hace muchos años y que se ha convertido en todo un himno generacional que tocan muchas bandas muy alejadas del sonido de los navarros. El añó pasado fueron los bailongos
Delaporte los que versionaron el tema en Kobetas y en el día anterior ya lo hizo
Aiko El Grupo.
Si el público quería una propuesta diferente de rock poderoso y electrónica la cita era a partir de las 22:00h. en el escenario Firestone con los irlandeses
Chalk. El trío se bastó y se sobró para reventar el escenario con esa mezcla entre lo industrial y lo poderoso de
Nine Inch Nailss con la influencia del techno y la elecrónica de
The Prodigy. Con una pegada brutal y con riffs de guitarra distorsionada consiguieron grandes momentos. Ni tan siquiera han publicado todavía un LP. Varios sencillos y varios EP´S como su último publicado este mismo año llamado
Conditions II del que sonaron temas como la muy electrónica
Claw o la brutal
The Gate muy a lo
Prodigy. Todo un descubrimiento los irlandeses
Chalk. Potencia, visceralidad y energía a raudales.
Otra de las sorpresas agradables aunque ya se esperaba fue el concierto en la carpa de
Alvvays. No fue muy bien programado ya que tras terminar Jungle su concierto unos minutos antes de las 00:00h. había que esperar hasta las 00:30h. para ver a la otra banda canadiense del día. Una espera larga y muy pegada a la de la actuación principal del día,
Arcade Fire. A pesar de ello y con la carpa llena y con el sonido habitual de la misma,
Alvvays convencieron a propios y extraños con indie rock, shoegaze y noise pop. Temas como
After the Earhquake, Many Mirrors o
Adult Diversion daban muestra de la calidad de la banda con gran presencia femenina y que hubiese lucido más en el escenario txiki. La voz de Molly Rankin, la rubia cantante y guitarrista de la banda, recuerda en muchos pasajes a la de
Nina Persson de los
Cardigans pero la música de los canadienses es bien diferente buscando otros matices a las canciones. Otro concierto que hay que destacar de esta tercera jornada como una de las bandas a tener en cuenta.
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Alcalá Norte: Aliron Studio.