A pesar de los pesares, los catalanes enmasacarados consiguieron divertir al público reunido.
Lugar: Explanada del Museo Marítimo de Bilbao
Duración: 50 minutos.
01/03/2024
Tal vez este fin de semana ha sido el peor de lo que llevamos de año. Mucha lluvia, viento y sobre todo frío, nucho frío. A pesar de ello, algo menos de 200 valientes se acercaron para ver los directos de Laguna Goons y
Los Tiki Phantoms dentro de la primera jornada de conciertos del Bilbao Surf Film Festival. Así a la intemperie, soportante el frío y el viento (llegaba algo de lluvia debajo del puente en donde estaba amontonado el público para guarecerse de la misma) transcurrieron los conciertos accidentados de esta primera jornada.
Pasaban un par de minutos de las 21:50 cuando el cuarteto de
Los Tiki Phantoms y sus calaveras daban comienzo al directo. No hay mejor música para un festival de surf que la de los catalanes. Rock n´ roll instrumental con especial dedicación al surf rock. Por supuesto que no cantan pero sus directos siempre son muy divertidos y aunque tenían difícil la papeleta con un público lejos de ellos debajo del puente, con un escenario alto por lo que no sentían el calor del respetable, la banda contagió su felicidad y diversión. No tardaron en hacer acto de presencia sus bailes, los riffs locos y rápidos que invitan al baile y evocan a la música surf, a crear la pirámide humana subiéndose uno de los guitarristas a sus otros dos compañeros, a bajar del escenario para tocar entre el público y crear la ya clásica tiki conga. En lo musical sonaron perfectos repasando su discografía y presentando también canciones de su último disco
Los Tiki Phantoms y el Enimga del Tiempo. Además hay que destacar ese popurri de temas de sobra conocido que ofrecieron en mitad de su directo que iban desde artistas como
Alaska y Dinarama a la desaparecida
Concha Velasco sin olvidar a los
Wham! del también desaparecido
George Michael. Tanto la banda como el público se lo estaba pasando bien olvidánose un tanto del frío y la lluvia. Anunciaron que les quedaban tres canciones para acabar y en la mitad de la primera de esas tres el sonido y luces se fueron. El concierto se paró. Mientras
Los Tiki Phantoms esperaban para ver si podía reanudar el directo, la banda bajó a charlar con el público, a chocar puños, regalar caretas con la seña de identidad del grupo, la calavareas, y por supuesto a hacerse fotos. Tras casi media hora de espera la luz volvió pero ya era demasiado tarde y el concierto no se reanudó.
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