Alberto Romero Nieto vuelve a reencarnarse en el Capitán Cobarde en su segundo disco.
El anteriormente conocido como Albertucho publicó hace un par de años su primer disco bajo el nombre de Capitán Cobarde. Un disco en el que cambiaba su forma de hacer música abandonando el rock con toque andaluz para abrazar el pujante folk de grupos como Mumford and Sons o como no La M.O.D.A. En febrero publicaba su segundo disco bajo el nombre de Capitán Cobarde llamado Carretera Vieja (como la que lleva a casa de sus padres). Durante este mes de febrero el sevillano ha estado haciendo pequeñas presentaciones en solitario por diferentes FNACS y el viernes terminaba este periplo en Bilbao en donde ya presentó su anterior disco.
Pasaban 5 minutos de las 19:00h. cuando Alberto, Capitán Cobarde, salía a la antigua cafetería del FNAC. Con sombrero, guitarra acústica y bombo fue presentado varias canciones de Carretera Vieja. El primer tema fue Aire. Un tema de new folk animado y cantado con sentimiento. En A Volar se acercó más a un flamenco más comercial con un estribillo bien marcado. Volvió a sonidos más folk sobre héroes y villanos en El Buen Villano. El Capitán Cobarde estuvo muy cercano en todo momento y presentaba las canciones y nos explicaba de que iba cada una y bromeaba sobre su estado de forma. Nos dijo que era duro hacer un concierto así en solitario y con el bombo y que tenía que apuntarse a un gimnasio. Además también bromeo sobre su forma de tocar la armónica diciendo que le hubiese gustado tocarla como Dylan pero que la toca fatal.
Los mejores momentos de su concierto de casi 40 minutos llegaron de la mano de la animada El Marinero en donde se empezaron a escuchar los coros y las palmas del público que llenaba el recinto. Una gran canción en donde se nota ese cambio musical en la onda de La M.O.D.A. (no obstante este tema esta grabado con el grupo en su anterior disco). La cima de su show llegó de la mano de una versión de otro cantautor andaluz como es José Ignacio Lapido (091) con En el Ángulo Muerto. Alberto puso mucha pasión y sinceridad en el tema y lo hizo suyo consiguiendo un gran aplauso del público. Ya en la recta final no faltó tampoco el primer single del disco llamado Hay un Sitio. Una canción muy alegre y festiva que según Alberto la escribió como recompensa a un ingeniero alemán que en su anterior disco grabado gracias al crowdfunding aportó el mayor número de euros (era una de las recompensas). Quedaron ambos para que el alemán le contará su historia en un bar. Dijo que era buen chaval y que no le gustaba la cerveza y que siempre comía con cubatas. Alberto le descubrió el tinto de verano y ahora siempre lo pide. Además comentó que habían quedado para ver en concierto a Joaquín Sabina. Para despedirse por todo lo alto de su acústico eligió un tema de su anterior etapa Albertucho con el tema que da nombre hasta nueva reencarnación Capitán Cobarde consiguiendo de nuevo una gran respuesta del público.
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