Dentro de su gira despedida, Zahara reservó para Basauri uno de sus últimos conciertos del año.
Lugar: Social Antzokia.
Público: 700 personas (entradas agotadas).
Duración: 140 minutos.
11/11/2022
Décima edición del
MAZ Basauri y tercer sold out consecutivo del festival en el Social Antzokia. El año pasado sus dos jornadas registraron un lleno absoluto y la primera jornada del festival no podía ser menos y también registró la misma entrada. No cabe duda de que el festival está teniendo un gran éxito tras la pandemia. Al fin y al cabo es un festival cómodo con unos precios muy razonables y eso se nota en la afluencia del público. La primera jornada estaba encabezada por una artista que ha dado mucho de que hablar con su último trabajo tanto para mal como para bien aunque ella ha intentado estar lejos de cualquier polémica. Además como banda telonera teníamos a los ganadores del concurso
Rockein.
A las 21:30h. en punto salían a escena el cuarteto ganador del
Rockein Full Cab. Muy alejados en el sonido del a artista principal, el cuarteto repasó en 40 minutos su disco debut
Out of Order publicado este mismo año. Su música es rockera con claras influencias de bandas anglosajonas. Desde los
Strokes, sobre todo las priimeras de la noche, a canciones más directas y potentes entre los
Idles y hasta los
Stooges. Canciones que versan, como dijo su cantante, de desamor o problemas emocionales. Otra de las referencias de la banda en el sonido son los también bizkainos
Vulk. No obastante les produce varias canciones Hans Kruger que también ha trabajo con los bizkainos. Aún les falta unos directos más redondos. Tanto el guitarrista como el bajista practicamente no se movieron del escenario y su cantante solo merodea por el escenario en circulos. Además en la parte final del concierto se rompió una cuerda de guitarra y tuvieron que cambiarla. Fue un concierto que no paso de la correción con buen sonido habitual en el marco incomparable del Social Antzokia aunque en ocasiones tal vez hubo demasiados graves en el bajo.
Pasaban 5 minutos de las 22:30h. cuando por fin comenzaba el directo de
Zahara en el
MAZ Basauri. Con un espectáculo lleno de luces que cegaban al público en muchas ocasiones, el directo fue muy parecido al que ofreción en Kobetas en el mes de julio. No hubo grandes novedades. Esta vez si lucieron estas luces al ser en sala oscura y no de día como su directo en Bilbao aunque los visuales en Basauri casi ni se vieron.
Zahara convirtió el Social Antzokia en sus 75 minutos de directo en una auténtica pista de baile nocturna, una rave. En fin como el propio nombre de esta gira. Con ese sonido muy techno daban comienzo con Martí Perarnau IV de
Mucho y Manuel Cabezalí de los rockeros
Havalina y
Zahara en el centro saltando y bailando. Tras este inicio alocada
Zahara cogió el micro y se colocó en la parte delantera del escenario para cantar el primer tema de la noche.
Taylor fue tal vez el tema más fiel al disco de sus tan solo 10 canciones propias que cantó. Un tema importante para la andaluza ya que ha confesado que en tiempos de pandemia vio un documental de
Taylor Swift le salvó la vida. Una gran letra en donde habla de la soledad de los artistas y que son yonkis del cariño ajeno, el del público. A continuación llegaría el primer remix de la noche con el tema de la propia estadounidense
Wildest Dreams.
Más relajada sonaba
El Fango con
Zahara tocando la guitarra y Perarnau IV y Manuel Cabezalí aportando el lado electrónico. Un estribillo para el recuerdo de este tema antiguo en donde se la vio algo justa de voz. Otro de los temas antiguos fue
Crash casi irreconocible y es que la andaluza ha pasado por muchos estilos musicales ya que es una artista inquieta. El original tiene un sonido muy indie rock y ahora lo convierte en una canción de electrónica oscura con un gran bajo de Manuel. Una de las cimas de la velada llegó a continuación con
Camino a L.A. con la presencia ya de la bailarina a pesar del toque muy rockero que aporta de nuevo Manuel Cabezalí a la guitarra. En el ecuador llegó de nuevo la tranquilidad cuando
Zahara se puso coplera en
Dolores y de nuevo hacer un mix con las mujeres importantes en su vida. Comenzaba este mix con
Pena Penita de
Lola Flores con la andaluza casi bailando sevillanas y juntarla con el
Toxic de
Britney Spears mientras que en la pantalla trasera aparecían nombres de mujeres desde Rocío Jurado a la propia Britney o Lola. De nuevo con bailarinas sobre el escenario llegaba
Joker sobre el bullying. La recta final el Social Antzokia con aforo completo se venía abajo con
Merichane,
Hoy la Bestia cena en Casa sobre el maltrato y cerrar el concierto sin bises con
Berlin U5 en desparrame total de electrónica y rave alargado hasta la extenuación y un público danzón y feliz. Zahara acabó en el centro del escenario tumbada agarrándose las manos con sus dos bailarinas y con las piernas en alto.
Zahara triunfó en el
MAZ Basauri aunque habría que pedirla un directo más largo. Superó por poco la hora de concierto, 75 minutos incluyendo la despedida final con los miembros de su staff. Tan solo 10 canciones propias se antoja algo corto para una carrera tan larga y variada como la de la andaluza. A pesar de ello la rave es un espectáculo vivo, con alma y que no abusa de bailes ni trucos escénicos para envolver unas canciones vacias como hacen otras artistas. Las letras de
Zahara dicen mucho y ahí reside buena parte del encanto de su música. Las coreagrafías no son muy exigentes por lo que Zahara no precisa de hacer playback. En lo musical se ha sabido rodear de grandes músicos desde su mano derecha Perarnau IV a Manuel Cabezalí que cada uno aporta rasgos diferentes a su música. En una carrera musical como la suya que ha hecho desde canción de autor, a indie rock a la electrónica de su último disco y a puro sonido rave de esta gira. Veremos por donde nos sorprende
Zahara en su próximo disco ya que esta dando los últimos conciertos para despedir el disco con el que ha conseguido mayor repercusión,
Puta. Lo que es seguro que estas nuevas canciones serán libres y es que como dijo en una de sus pocas intervenciones para dirigirse al público les invitaba a bailar si querían, a cantar si querían, a gritar y aullar si querían. Teníamos que ser libres para hacer lo que quisiéramos.