Izaro y su banda creando momentos mágicos en su concierto de Bilbao.
Lugar: Sala Santana 27 (sala black)
Público: 3/ 4 de entrada largo.
Duración: 147 minutos.
16/06/2017
Nueva jornada en ciclo Bereziak del Bilbao BBK Live. Noche de viernes calurosa con una cita muy diferente. 2 grupos vascos, uno de Gipuzkoa y otro de Álava con propuestas dispares y que consiguieron también una respuesta muy diferente entre el público. Por un lado Grande Days que han recibido grandes críticas por su primer EP Spark y por otro una de las grandes sensaciones de la música bizkaina, Izaro.
A las 21:30h. salían al escenario de la sala más pequeña de Santana 27 el cuarteto Grande Days. En 50 minutos el grupo no consiguió conectar en ningún momento con el público y tampoco lo intentaron. Y es que poco más de Eskerrik Asko les oímos decir. En lo musical Grande Days es difícil de etiquetar. Una suerte entre post- rock, indie rock con ciertas referencias a los Radiohead de OK Computer pero todas las canciones se quedaban en medio de la nada. Mucho pasaje instrumental con poca garra, 2 cantantes y canciones excesivamente largas que parecían en muchos momentos interminables. Y es que también parece que el grupo no sabe muy bien como acabar las canciones. No crearon atmósferas ni ambientes oscuros y solo podíamos destacar ciertos duelos en los riffs de guitarra como lo más destacado de un pobre concierto. Grupo sin alma y muy experimental.
Tras un rápido cambio de instrumentos en el escenario, el plato fuerte de la velada vendría de la mano de Izaro que si cumplió con creces con un gran concierto.
Sobre las 22:40h. aparecía Izaro y su banda sobre el escenario dejando claro como iba a discurrir su concierto. Argia comenzaba tranquila con Iker Lauroba sentado al piano y la voz susurrante de Izaro Andres para a mitad de canción entrar el resto de instrumentos. Una canción muy delicada. Pero Izaro es un proyecto que se canta en varios idiomas. Honey fue el primer tema en inglés y llegó también el primer tema en castellano y una de lasa cimas del concierto. De nuevo la delicadeza y dulzura de La Vi con esta preciosa balada en la que Izaro animó a cantar su estribillo en la parte final. La bizkaina seguía creando magia gracias a una impecable voz y el sentimiento que pone al cantar. El público correspondió permaneciendo callado en los momentos más pausados. Algo muy difícil en la actualidad en los conciertos y más este que era gratuito pero la gente estaba para ver y sobre todo escuchar sus canciones.
Seguían cayendo canciones tranquilas de su disco Om como Astelehenak o otra de las cimas de la velada como la sentida y emocional Noviembre, en la onda de Jewel, sobre una chica que se mira todos los días mira al espejo y ve a un tía valiente. Izaro recordó que venía de una pequeña gira por Andalucía y que este era el primer concierto de la gira despedida de su disco. Paradise llegó casi con bosanova y ritmos brasileños e Izaro se puso inclusive a bailar. Tal vez este tema desentona sobre el resto de su repertorio. Izaro Andres se quedó a solas con la guitarra acústica para crear de nuevo un momento íntimo en Bizitzak y llegar por fin a la recta final con Escala de Grises, uno de los temas más coreados de la noche y despedirse por todo lo alto con la genial Eider (la de y volar y lograr y no como canta mucha gente y volar y volar bromeó Izaro) que tal vez fue su mejor canción. Parecía que el concierto ya había acabado y es que nadie pedía más y algunos ya se iban de la sala pero Izaro y su banda volvieron a salir y bromeando nos dijeron que eramos unos sosos por no pedir otra canción. Los 4 se plantaron delante del escenario sin instrumentos y sin micro y cantaron unos versos a capela con la única ayuda a mitad de la canción de sus golpes a ritmo de percusión de sus pies pisando el suelo. Ya con los instrumentos se despidieron definitivamente con la animada Zingirak, la única canción que le quedaba por tocar de su disco Om en donde hasta parte del público bailó.
Muy buen concierto de Izaro en la sala Santana 27. Su música destila calidad, tranquilidad y desde luego es una de las mejores, sino la mejor, voz en el panorama vasco actual. Es capaz de emocionar con su voz y eso pocas cantantes lo consiguen. Una joya que dara de que hablar con su siguiente disco. Su próxima cita en Bilbao será dentro del Bilbao BBK Live en Kobetas. Un concierto a todas luces difícil. Es probable que su música pierda en un evento tan masificado y sobre todo festivo. Su música necesita un espacio más tranquilo para degustar todos los detalles de su música y de sus letras y tal vez este festival no sea el mejor de los sitios. El público en muchas ocasiones no va solo a ver los conciertos sino a hablar o gritar y una propuesta tan relajada que necesita silencio para disfrutarlo tendrá difícil conseguir los momentos de magia que vivimos la noche del viernes.
Sobre las 22:40h. aparecía Izaro y su banda sobre el escenario dejando claro como iba a discurrir su concierto. Argia comenzaba tranquila con Iker Lauroba sentado al piano y la voz susurrante de Izaro Andres para a mitad de canción entrar el resto de instrumentos. Una canción muy delicada. Pero Izaro es un proyecto que se canta en varios idiomas. Honey fue el primer tema en inglés y llegó también el primer tema en castellano y una de lasa cimas del concierto. De nuevo la delicadeza y dulzura de La Vi con esta preciosa balada en la que Izaro animó a cantar su estribillo en la parte final. La bizkaina seguía creando magia gracias a una impecable voz y el sentimiento que pone al cantar. El público correspondió permaneciendo callado en los momentos más pausados. Algo muy difícil en la actualidad en los conciertos y más este que era gratuito pero la gente estaba para ver y sobre todo escuchar sus canciones.
Seguían cayendo canciones tranquilas de su disco Om como Astelehenak o otra de las cimas de la velada como la sentida y emocional Noviembre, en la onda de Jewel, sobre una chica que se mira todos los días mira al espejo y ve a un tía valiente. Izaro recordó que venía de una pequeña gira por Andalucía y que este era el primer concierto de la gira despedida de su disco. Paradise llegó casi con bosanova y ritmos brasileños e Izaro se puso inclusive a bailar. Tal vez este tema desentona sobre el resto de su repertorio. Izaro Andres se quedó a solas con la guitarra acústica para crear de nuevo un momento íntimo en Bizitzak y llegar por fin a la recta final con Escala de Grises, uno de los temas más coreados de la noche y despedirse por todo lo alto con la genial Eider (la de y volar y lograr y no como canta mucha gente y volar y volar bromeó Izaro) que tal vez fue su mejor canción. Parecía que el concierto ya había acabado y es que nadie pedía más y algunos ya se iban de la sala pero Izaro y su banda volvieron a salir y bromeando nos dijeron que eramos unos sosos por no pedir otra canción. Los 4 se plantaron delante del escenario sin instrumentos y sin micro y cantaron unos versos a capela con la única ayuda a mitad de la canción de sus golpes a ritmo de percusión de sus pies pisando el suelo. Ya con los instrumentos se despidieron definitivamente con la animada Zingirak, la única canción que le quedaba por tocar de su disco Om en donde hasta parte del público bailó.
Muy buen concierto de Izaro en la sala Santana 27. Su música destila calidad, tranquilidad y desde luego es una de las mejores, sino la mejor, voz en el panorama vasco actual. Es capaz de emocionar con su voz y eso pocas cantantes lo consiguen. Una joya que dara de que hablar con su siguiente disco. Su próxima cita en Bilbao será dentro del Bilbao BBK Live en Kobetas. Un concierto a todas luces difícil. Es probable que su música pierda en un evento tan masificado y sobre todo festivo. Su música necesita un espacio más tranquilo para degustar todos los detalles de su música y de sus letras y tal vez este festival no sea el mejor de los sitios. El público en muchas ocasiones no va solo a ver los conciertos sino a hablar o gritar y una propuesta tan relajada que necesita silencio para disfrutarlo tendrá difícil conseguir los momentos de magia que vivimos la noche del viernes.
2 comentarios:
Habia leído y oído grandes criticas de Izaro pero no la había visto en concierto y el viernes tuve la oportunidad de verla por primera vez y la verdad me maravillo. Una artista a seguir.
Una banda que supuestamente no conecta con el público (o no le gustan al que aquí escribe) se lleva un palazo y otra a la que no le piden bises y vuelve a salir, que es la cosa más cutre del mundo, y todo bien. Sospechoso doble rasero.
Este pseudoblog sin alma si que parece no saber cómo empezar ni terminar una crítica.
Publicar un comentario