Lugar: Explanada del Museo Marítimo.
Público: Alrededor de 1000 personas.
Duración: 127 minutos.
19/09/2015
No es un secreto que el caricato televisivo Manel Fuentes idolatra a Bruce Springsteen. Ya han coincidido varias veces y hasta le ha entrevistado en alguna ocasión. Así que desde hace tiempo Manel Fuentes, a parte de cómico, presentador, periodista o monologista también tiene su propia banda de rock. El sábado volvía a Bilbao al DibertiarRía para dar un concierto tributo al jefe, al gran Bruce Springsteen, que además como curiosidad tocó hace varios años a unos metros de donde era el concierto, en el antiguo estadio San Mamés.
Con una gran entrada de público de todas las edades, desde familias enteras con hijos a seguidores del propio Bruce, el concierto comenzaba con 5 minutos de retraso. Manel Fuentes es listo y en gran medida versiona la época dorada del Boss, los 80 y mete pocas canciones más modernas del "jefe". Born to Run fue el primer gran éxito que cantó Manel en la tercera de la noche. Sobre Manel como cantante hay que decir que es muy limitado. Tiene poca voz y la noche del sábado andaba algo justito (cuando gritaba Bilbao soltaba buenos gallos), imitaba bien a Bruce Springsteen y es que se nota que le ha visto muchas veces en directo y a buen seguro habrá visto muchos videos (la pose, el vestuario, los brazos en alto...). En cuanto a la banda que le acompañaba cumplió sin grandes alardes. Sonaron muy ochenteros con predominancia del saxo y los teclados y con poco espacio para la guitarra. Todo sonó banstante parecido.Pero en el público había mucho fan del Boss por lo que pudieron disfrutar y cantar temas tan buenos como Spirit in the Night con un poso de soul, No Surrender con un público entregado o la alegría de canciones como Waiting for a Sunny Day. Manel habló poco y casi siempre en inglés. Un tanto censurable su intento de decir unas frases en euskera (tenía las chuletas pegadas en el suelo del escenario) y es que se le entendió muy poco o nada como la intro que hizo de My City of Ruins que la dedicó a los que por un rato se olvidaban de los problemas de salud, de trabajo o de la vida por lo menos mientras durará el concierto. Fueron constantes los acercamientos de Manel al público, señalarles, chocar las manos con las primeras filas y sinfin de cosas que hace el propio Bruce Springsteen.
Tal vez lo que más sorprendió tanto a la banda como a Manel fue la gran respuesta del público que entraba al juego en todas las canciones y se dejaban notar en los coros. Poco a poco el concierto estaba llegando a su fin por lo que era de esperar que el concierto iba a subir en emoción. Born in the U.S.A. (un tanto discreta), Glory Days (con un público emocionado y bailarin) y como no el clasicazo Dancing in the Dark con Manel bailando como el Boss e intentando subir a una niña a bailar y aunque en un principio consiguió subirla al final la niña no quisó bailar con Manel. El concierto termino con tal vez el mejor tema de la noche, la festiva en la onda de los Pogues American Land. Llegaron los bises y llegó también la verbenilla con Follow That Dream (versión de Elvis Presley) o Twist and Shout. Parecía que el concierto ya había acabado pero no fue así. Hubo un segundo bis. Una afortunada, esta vez si, versión de Thunder Road con Manel a la armónica y voz y con el único acompañamiento de su pianista.
Manel Fuentes & Spring´s Team dejaron al público muy satisfecho. Fueron fuertemente ovacionados y tanto la banda como el público estuvieron muy animados. No son el típico grupo tributo, que es de agradecer, sino que más bien es un espectáculo musical hecho por un seguidor aferrimo de Bruce Springsteen con mucho cariño y dedicación. No se le puede pedir tampoco que cante bien sino que lo haga de una forma correcta respetando las canciones originales sin llegar al ridículo que hacen otras bandas tributo. Manel Fuentes es lo que hizó en Bilbao. Un concierto entretenido y para pasar el rato sin pedir mucho más.
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