Lagarto Amarillo pinchó en su concierto de fiestas de Sestao en un concierto de pop sin alma.
Lugar: Plaza del Kasko (Sestao)
Público: 350 personas.
Duración: 105 minutos.
21/06/2014
Comenzamos nuestro periplo festivo como es habitual en Sestao. Primer día de fiestas a pesar de que el día anterior ya hubo varias actividades e inclusive un concierto local en la Plaza del Kasko. Tal como adelantamos el plato fuerte de las fiestas de Sestao iba a ser el concierto de los madrileños Lagarto Amarillo, grupo que paso a paso ha ido escalando en popularidad a base de canciones de pop comercial.
Pasaban 5 minutos de las 23:00h. cuando el grupo salía al escenario. Con gran presencia en las primeras filas de chavalería que no superaba en muchos casos los 14 años y era en su mayor parte femenino, Lagarto Amarillo comenzaba su concierto con No Somos Nadie con cierto toque a Danza Invisible. Una primera toma de contacto en donde ya se dejaba entrever como se iba a desarrollar el concierto. Un cantante guaperas con poco carisma y una banda con nula presencia y poco imaginativa. Su primera media hora resultó algo pesada con canciones musicalmente endebles y letras facilonas. Además tampoco sonaba como debía con una batería demasiado alta y una guitarra eléctrica que casi no se la escuchó en toda la noche. En esta primera media hora el grupo no consiguió coger un buen ritmo y los lapsos entre canción y canción se hacían eternos. Intentaron dotar de mayor ritmo al concierto con canciones como Mañana me Voy o algún éxito como Hay una Parte de Ti pero no conseguían levantar el concierto.
Por el momento Lagarto Amarillo no había demostrado gran cosa. Pop facilón con letras manidas en un concierto que estaba resultando flojo. Pequeño descanso tras algo más de media hora para colocar unas sillas y unos micros al borde del escenario. Intentaron ser más cercanos con el público con Los Domingos por la Tarde con un toque más flamenco pero la alargaron en demasía con el juego forzado de lanzar una rosa al público que según comentó Pablo era un pase para conocerles a ellos en el backstage. A partir de aquí el concierto levantó algo con canciones con un poco más de ritmo como uno de sus mayores éxitos Cuéntame, sones latinos en la onda de Carlos Vives, vuelta al pop con el primer single de su próximo disco que se publicará el 2 de septiembre Crío, una pequeña rumba en la onda de Estopa sin la gracia de los hermanos Muñoz Paso y cerrar el concierto ante la felicidad de sus seguidores/as con Dejarse la Piel en donde se escucharon muchos coros del público.
No tardaron en volver al escenario para los pertinentes bises cerrándolos con la canción más pedida por sus seguidores/as a lo largo de la noche, la balada Culpable.
En fin, Lagarto Amarillo no dio un buen concierto en Sestao. Incapaces de conectar con el público, les faltó tablas y sobre todo les faltó canciones. Una banda plana, sin chispa y nula actitud. Pablo no deja de ser un cantante limitado tanto en la voz como en presencia sobre el escenario ( muchas veces cuando no tenía la guitarra acústica en la mano no sabía que hacer y se metía las manos en los bolsillos o se atusaba el pelo). En resumidas cuentas, Lagarto Amarillo ofreció un concierto pobre y demostraron ser una banda del montón con su pop comerical e inofensivo que tanto abundan en las radio formulas españolas. Para un público poco exigente.
No tardaron en volver al escenario para los pertinentes bises cerrándolos con la canción más pedida por sus seguidores/as a lo largo de la noche, la balada Culpable.
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